"No podemos juzgar a priori si una relación es saludable o tóxica por sí misma. Son las personas implicadas las que han de determinar cómo se sienten dentro de esa relación. En función de sus sentimientos, tendrán que determinar si dicha relación les resulta beneficiosa o no". En el marco del Día Internacional de la Amistad, que cada año se celebra el 30 de julio, Naiara Díaz de Cerio, psicóloga del centro médico IMQ Amárica, de Vitoria-Gasteiz, destaca en relación a las relaciones de amistad, que "lo interesante es educar en inteligencia emocional al ser humano. De esta manera podrá percibir qué personas aportan bienestar a su ser y cuáles no, aprendiendo a respetar las necesidades que él o ella tiene".
Para la experta, "tendemos a utilizar el término ‘tóxico' muy a la ligera. No obstante, recordando la importancia de una educación en valores, puede ser importante reflexionar sobre tres preguntas que nos pueden ayudar a pensar sobre la naturaleza de una relación:
- cuando estoy con esa persona, ¿me fuerzo a ser de una manera diferente a la mía?
- ¿estar junto a esa persona me provoca hacer cosas que no me gustan o con las que me siento incómodo o incómoda?
- ¿suele ser difícil expresar mi opinión o se juzga todo lo que emito?".
Éstos serían algunos aspectos a tener en cuenta a la hora de reflexionar sobre nuestros vínculos afectivos. Según señala la psicóloga, "en caso de que sientas que los puntos anteriores se dan en tu relación, sería interesante que valorases qué es lo que te hace seguir junto a esa persona y analizar si es un motivo lo suficientemente significativo para ti como para asumir todo el malestar asociado que te genera".
Tras lo anterior, "si esa persona es muy significativa para ti, trata de mantener una conversación con ella en la que le traslades cómo te sientes a su lado, tratando de encontrar una mejora en esos sentimientos. Si consideras que no es posible tener esa conversación o que la persona no empatiza con lo que le estás transmitiendo, deberás tomar una decisión: seguir junto a esa persona asumiendo cómo será vuestra relación o decidir acabar con ese vínculo con el fin de preservar tu bienestar".
Amistad y miedo al contagio en la nueva normalidad
"Las personas nos estamos enfrentando a un dilema emocional diario: por un lado, el deseo de estar con personas significativas para nosotros y nosotras y, por otro lado, el miedo a ser contagiados o contagiar a esas personas tan queridas. Esta situación está generando altos niveles de ansiedad para muchas personas, sintiéndose incapaces de tomar la decisión adecuada", destaca Naiara Díaz de Cerio.
En este contexto, ¿qué se puede hacer si una persona se siente así? La psicóloga apunta a que "es importante evitar el aislamiento. Para ello podemos buscar el tipo de interacciones con las que nos sentimos más cómodos y cómodas e ir generando una exposición progresiva; siempre, teniendo en cuenta los cambios que se den respecto a la pandemia".
Otro aspecto "imprescindible" para la experta es "respetar el ritmo que lleven otras personas de nuestro entorno. De ésta manera evitaremos conflictos con nuestras relaciones. El miedo es libre y tenemos que respetar la evolución que cada persona puede llevar a la hora de enfrentar este nuevo escenario".
Según señala, si se tiene miedo al contagio, se pueden "buscar contextos en los que la mayor parte de las personas se sientan seguras, para poder relacionarnos con mayor tranquilidad (espacios abiertos, espacios amplios, lugares que las personas con mayor angustia se sientan más cómodas…) y, a medida que las personas se vayan sintiendo más cómodas, podemos ir avanzando en escenarios. La amistad se basa en comprensión y empatía; ¿qué mejor situación que ésta para ponerlas en práctica?".
Confinamiento, nuevas tecnologías y amistad
La manera de relacionarse de los seres humanos ha ido evolucionando a la par que se ha ido modificando la sociedad. La aparición de diferentes tecnologías para mantenernos conectados ha sido otra modificación más. La cual, como todo, según el uso que se le dé puede ser beneficiosa o perjudicial.
Durante el confinamiento vivido recientemente, "las nuevas tecnologías han sido un recurso muy importante para poder llevar una mejor gestión emocional del confinamiento, ayudando a prevenir el sentimiento de soledad, favoreciendo además la trasmisión de emociones y el sentimiento de normalidad al ver que compartimos emociones parecidas".
"Existen personas que se sienten más seguras tras la pantalla. Por ejemplo, las personas introvertidas han encontrado recursos facilitadores de la interacción social en estas tecnologías. Generando un buen uso de las mismas, podemos facilitar a muchas personas el acercamiento a las interacciones sociales, sin que pasen a ser sustituto del canal de comunicación presencial". No obstante, puntualiza Díaz que "si en tu entorno hay personas que tienden a emplear la tecnología como canal exclusivo de comunicación, sería interesante que se pusieran en contacto con un profesional para identificar el motivo".