Cada año se producen en España más de 24.000 paradas cardíacas y más del 70% suceden fuera de los hospitales. En la actualidad, solo una de cada 20 personas sobrevive a un paro cardíaco repentino cuando sucede fuera del hospital.
El tiempo es el mayor enemigo de la supervivencia en estos casos. En este sentido, un acceso rápido a la desfibrilación (única intervención eficaz que existe para tratar el paro cardíaco) podría aumentar las probabilidades de supervivencia en tres de cada cuatro casos de paro cardíaco repentino.
Sin embargo, debido a distintos factores como el tráfico, por ejemplo, muchas veces no es posible que los servicios de emergencia tradicionales lleguen a las víctimas dentro de los 10 primeros minutos, por lo que la tasa de supervivencia está alrededor del 5%.
Con el objetivo de establecer unas pautas para la implantación y uso de desfibriladores en España, la Fundación Gaspar Casal, con el asesoramiento y la supervisión del Consejo Español de Resucitación Cardiopulmonar y el apoyo de Philips, ha realizado el estudio La implantación de desfibriladores en zonas públicas: protocolos de uso y recomendaciones, cuya presentación será el próximo miércoles, 11 de mayo, en la Fundación Carlos de Amberes (Madrid).