Un circuito rápido o "fast track" permite acortar el tiempo entre la sospecha de un cáncer de mama y el diagnóstico e inicio del tratamiento. El protocolo, puesto en marcha desde 2009 en Valencia, no tiene un coste añadido y simplemente se basa en la cooperación entre los distintos profesionales implicados en el diagnóstico, tratamiento y seguimiento de este cáncer (cirujanos, oncólogos y médicos de familia). Los resultados de los primero cuatro años de este sistema se han presentado hoy en el Congreso de la Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO) que se está celebrando en Madrid.
El cáncer de mama es el más frecuente en incidencia y mortalidad en la mujer española (25.215 casos nuevos diagnosticados, con una prevalencia a los 5 años de 104.210 casos). Los programas de detección precoz (mamografías entre los 45 y 69 años) junto con los avances diagnósticos y terapéuticos han aumentado la supervivencia de estas pacientes que se sitúa en España, según datos recientes del EUROCARE-4i por encima del 80 por ciento.
Sin embargo, como explica la doctora Ana Lluch, del Servicio de Hematología y Oncología Médica del Hospital Clínico Universitario de Valencia y coordinadora de este circuito, sigue habiendo pacientes en las que el diagnóstico puede retrasarse: bien por ser demasiado jóvenes o demasiado mayores y no entrar en los programas de cribado, o bien por ser "pacientes de intervalo" (aquellas cuyos cánceres dan la cara en el periodo entre mamografías).
Ante esta situación, y con el objetivo de acelerar el diagnóstico e inicio del tratamiento de todas las neoplasias mamarias, el Departamento de Salud valenciano Clínico-Malvarrosa, que atiende a una población de 334.193 habitantes (datos 2011) en un total de 32 centros de salud puso en marcha en 2009 este circuito rápido. El sistema se basa en una guía clínica de sospecha del cáncer de mama que utilizan en Atención Primaria y que se elaboró previamente; y en la remisión de casos desde primaria a un especialista en Oncología por medio de un circuito de atención rápida (CAR). En 24 horas, el oncólogo las valora y, si cumplen criterios, las remite al cirujano/servicio de Oncología.
La doctora Lluch detalla el funcionamiento del circuito: "El mismo día que el médico de Atención Primaria ve a una paciente con sospecha de cáncer de mama remite la ficha correctamente cumplimentada al coordinador del Servicio de Oncología Médica del hospital. Este revisa la propuesta y si cumple los criterios las remite al cirujano de la unidad de mama o al servicio de Oncología. En caso de duda, se contacta telefónicamente con el médico de Atención Primaria y/o el paciente (todo este proceso en menos de 24 horas). Las propuestas que no cumplen criterios son devueltas, previo contacto telefónico con el médico de primaria para explicar las causas".
En estos cuatro años, se remitieron desde Atención Primaria 582 pacientes con sospecha de cáncer de mama. De estos, 547 acudieron a una primera visita y 115 fueron diagnosticados de cáncer de mama. De este grupo de 115 pacientes, 76 fueron diagnosticadas en el rango de edad en el que el screening con mamografía no está recomendado. La mediana de días entre la remisión de la propuesta hasta la primera visita fue de 20 días, de 9 días hasta el diagnóstico histopatológico y de 22 días hasta iniciar el tratamiento. Se tardó una mediana de 15 días en confirmar la ausencia de cáncer de mama en 432 pacientes con sospecha inicial.
"Hemos conseguido reducir el tiempo de diagnóstico en los pacientes con sospecha de cáncer de mama, tanto en los que finalmente son diagnosticados de cáncer como en aquellos en los que se descarta el mismo, con las implicaciones que ello tiene. Además, no existe ningún coste adicional al implementar este circuito, pues se utilizan los recursos existentes, pero mejor canalizados", subraya la doctora Lluch.
La oncóloga destaca la facilidad para trasladar el programa a cualquier otro departamento de salud: "Solo es necesaria una intención de colaboración entre AP y los especialistas hospitalarios".