Un equipo internacional de investigadores ha ideado una nueva forma de tratar el ictus bloqueando la enzima que produce el daño que sufren las neuronas tras el ataque.
El estudio ha sido publicado en la revista PLoS Biology y es parte del proyecto EUMODIC (Reunión médica europea sobre las enfermedades del ratón: un recurso distribuido de fenotipado para el estudio de la enfermedad humana).
Los trabajos sobre el ictus se han centrado en el estrés oxidativo pero el tratamiento mediante antioxidantes, administrado a pacientes en ensayos clínicos, ha resultado ineficaz. En este nuevo estudio, científicos de Australia, Alemania, Países Bajos y Reino Unido optaron por un método distinto.
Buena parte del daño sufrido tras un ictus se debe a una enzima denominada NOX4 que produce peróxido de hidrógeno (H2O2), una sustancia química que suele usarse para blanquear productos. Se modificó la genética de ratones para que no presentaran el gen que produce NOX4. Al provocarles un ictus, sus cerebros sufrieron menos daños que los de otros ratones en los que la versión del gen NOX4 estaba activa. Además, los ratones que carecían del NOX4 salieron mejor parados en las pruebas realizadas para evaluar su coordinación y funciones motoras y neurológicas.
El equipo preparó formas de aplicar este conocimiento con fines terapéuticos. Afortunadamente ya existe un fármaco diseñado para bloquear la actividad del NOX4, el VAS2870.
El equipo descubrió que el efecto de tratar a los ratones con VAS2870 era el mismo que el de desactivar el gen NOX4, lo que significa que se reduce el daño cerebral y se mejora la función neurológica incluso aunque se administre varias horas después del episodio.