Investigaciones recientes apuntan a los exámenes oculares como una alternativa a corto plazo para el diagnóstico precoz del Alzheimer. En este contexto, la Universitat de Barcelona, ICREA, Braingaze, la Unidad de Investigación Clínica del Hospital Sanitas CIMA y Sanitas Mayores coordinan esfuerzos para la realización de una prueba piloto que pretende verificar la validez de la detección temprana de la demencia a través de ciertas disfunciones en los movimientos oculares de las personas afectadas.
Los exámenes oculares como método diagnóstico se basan "en la novedosa y clara relación establecida entre los movimientos que intervienen en la fijación de la mirada, las vergencias, y los procesos cognitivos" explica Hans Supèr, de ICREA. Las vergencias son movimientos coordinados, necesarios para mantener una visión estable a través de nuestros ojos. "La hipótesis que esta investigación pretende demostrar es que si una persona no tiene una correcta vergencia ocular, es decir, sufre de una alteración de la fijación de la mirada atendiendo a diferentes estímulos visuales, esto podría ser un trazo característico de un diagnóstico precoz de Alzheimer" afirma Hans Supèr.
Basándose en esta conexión, el proyecto promovido por ambas entidades tiene como objetivo evaluar la validez del examen de vergencia ocular como prueba diagnóstica en personas de entre 50 y 70 años con sospecha clínica de demencia y con diagnóstico confirmado de demencia. Para ello, se llevará a cabo un estudio observacional en el que participarán hasta 45 pacientes del centro residencial Sanitas Mayores Consell de Cent. Quince de las personas participantes tendrán Alzheimer con demencia inicial, quince voluntarios serán casos de Alzheimer con demencia moderada y otros quince participantes no tendrán signo alguno de padecer la enfermedad.
Las pruebas consistirán en diversos exámenes delante de una pantalla de ordenador con rastreador ocular remoto o remote eyetracker, que registrará sus reacciones ante distintos estímulos visuales. Los datos obtenidos se utilizarán para calcular la modulación de la vergencia ocular y su relación con las manifestaciones de deterioro cognitivo propias de la demencia.
"La enfermedad de Alzheimer es incurable y terminal, pero su evolución degenerativa puede retrasarse. Cuanto antes se detecte la enfermedad, mayor posibilidad de retrasar esta evolución. Conseguir dar pasos en la detección precoz supondría una mejoría tanto en el tratamiento como en la prevención de la enfermedad, lo cual también redundaría en un aumento de la calidad de vida de las personas afectadas y de sus familiares" valora el doctor David Curto, jefe de Gestión Asistencial de Sanitas Mayores.
En la actualidad, el diagnóstico de Alzheimer implica distintos tipos de pruebas y puede durar varios meses. El protocolo consiste en el descarte de otros trastornos con síntomas semejantes mediante pruebas neuropsicológicas, técnicas de imagen del cerebro y análisis de laboratorio.