De ellas, 70 000 no sobreviven y otras 100 000 quedan con discapacidad permanente. Un proyecto financiado por la UE –con socios en Finlandia, Francia, Lituania y el Reino Unido– recoge datos de cientos de pacientes que han sufrido un traumatismo cerebral y los utiliza para elaborar programas informáticos que mejoren el diagnóstico y prevean la respuesta a los tratamientos.
El traumatismo craneoencefálico se produce cuando un traumatismo súbito provoca lesiones en el cerebro. Se trata de la causa más frecuente de incapacidad permanente en personas de menos de 40 años de edad y la incidencia de este tipo de traumatismo está aumentando en los últimos años, tanto en Europa como en el resto del mundo.
Resulta decisivo aplicar el tratamiento correcto en las primeras horas cruciales tras el accidente. Pero establecer el diagnóstico puede ser muy difícil, debido a lo complejo del cerebro y a la naturaleza individual de cada lesión. Los investigadores del proyecto TBICARE @TBIcare están desarrollando un instrumento que combina diversas bases de datos y la simulación de sistemas. Este instrumento va a permitir a los médicos introducir los datos de
las pruebas realizadas en los servicios de urgencias y establecer el tratamiento más eficaz para cada paciente concreto.
El Dr. Mark van Gils, coordinador científico de TBICARE, explica que, en este proyecto, «los pacientes se someten a muchas pruebas diferentes cuando llegan a un servicio de urgencias. El equipo asistencial examina el grado de consciencia y de reactividad de los pacientes, así como cuánto oxígeno tienen en la sangre, por ejemplo. También exploran el potencial de otras mediciones más complejas como, por ejemplo, la determinación en la circulación de proteínas que indican diferentes tipos de lesión en el tejido cerebral de los pacientes, y el uso de técnicas de obtención de imágenes para detectar hemorragias internas. Queremos ver con qué pruebas se obtienen los resultados más indicativos de la evolución probable del paciente».
La UE ha aportado tres millones de euros para financiar TBICARE. El proyecto forma parte de una iniciativa más amplia –la iniciativa sobre fisiología humana virtual– dedicada a la utilización de la informática para ayudar a los médicos a establecer el diagnóstico y el tratamiento de forma más eficaz. El instrumento informático pone en común datos y conocimientos sobre el cuerpo humano ya existentes pero dispersos, y puede utilizarse para modelizar la evolución.