Según los últimos datos disponibles, uno de cada cuatro pacientes hospitalizados en España sufre desnutrición, un porcentaje muy elevado teniendo en cuenta los grandes beneficios que aporta la nutrición artificial no solo para los pacientes, sino para el Sistema Nacional de Salud. Tanto es así que, según los datos del estudio Predyces, el tratamiento del paciente desnutrido supone en España el doble de costes que el de uno sin desnutrición porque aumenta las complicaciones, las estancias hospitalarias, los reingresos y la mortalidad.
Sin embargo, la implantación de la nutrición artificial sigue lejos de lo deseable en nuestro país, según se ha puesto de manifiesto en la cuarta edición de la Nutrition Academy, una reunión en la que han participado 100 especialistas que tratan a pacientes que están desnutridos en el hospital, que este año ha tratado la Nutrición Parenteral en el Paciente Grave, y que se ha celebrado con la colaboración de Baxter. Los objetivos de esta reunión han sido hacer una revisión de las últimas publicaciones y del impacto que tiene la desnutrición en la evolución clínica de estos pacientes, así como analizar la eficiencia y coste-efectividad de esta terapia, por la disminución de los costes sanitarios que supone.
Según la doctora Luisa Bordejé, del Servicio de Medicina Intensiva del Hospital Universitario Trías y Pujol de Badalona, "en los hospitales persiste una tasa de desnutrición hospitalaria preocupante. Las causas son multifactoriales, aunque la falta de preocupación por el estado nutricional dentro del manejo médico, a mi entender, es fundamental".
En ese sentido, el doctor David Pestaña, del Servicio de Anestesia del Hospital Universitario Ramón y Cajal de Madrid, cree que esta tendencia varía en función del interés de cada hospital en la detección de la malnutrición: "Existen sistemas de alerta basados en análisis clínicos y valoración nutricional del paciente que detectan precozmente los pacientes en riesgo y que permiten su valoración por parte de los especialistas". Sin embargo, según explica este experto, "en los hospitales que carecen de este sistema, se depende de que los médicos o personal de enfermería estén motivados para pensar en esta posibilidad. En mi opinión hay trabajo que hacer en este campo para mejorar el diagnóstico precoz y tratamiento de estos pacientes".
La nutrición parenteral, un tratamiento eficaz y coste-económico
En ese contexto, la nutrición parenteral, que aporta al paciente los nutrientes básicos por vía intravenosa, juega un papel fundamental para mantener una buena nutrición de los pacientes de forma segura, con menos complicaciones en el tratamiento de una enfermedad grave y menos reingresos hospitalarios. Un ejemplo de ello está en el estudio CALORIES, que prueba que la nutrición parenteral precoz es tan segura como la nutrición enteral. Además es una terapia coste-efectiva para el SNS. En el caso de los pacientes graves, se requiere un mayor aporte de proteínas para alcanzar los requerimientos de estos pacientes.
Por ello, en esta reunión se ha puesto de manifiesto que la evolución de las fórmulas comerciales preparadas hacia un mayor contenido en proteínas, la naturaleza de los componentes y la mejora en las técnicas de administración y asepsia, hacen de la nutrición parenteral una terapia segura para optimizar el estado nutricional de muchos pacientes.
Así, "la nutrición parenteral ha evolucionado en su composición de forma espectacular, siendo segura y efectiva para conseguir el aporte nutricional adecuado, ayudándonos en el manejo de la patología crítica, además a un coste más razonable", según la Dra. Bordejé.
En relación a esa evolución, el Dr. Pestaña destaca "la contribución de las nutriciones tricamerales comerciales, que supone una simplificación en los tratamientos y permite que la nutrición llegue a un mayor número de pacientes, al no contar con la limitación de la obligatoriedad de la preparación de las mismas en campana estéril, siempre que no se manipulen para añadir vitaminas u oligoelementos".
El coste sanitario y económico de la malnutrición
Existen múltiples evidencias que demuestran una mejor recuperación de los pacientes con una correcta nutrición. Esta mejora pasa por una disminución de las complicaciones y del tiempo de estancia hospitalaria, lo que se traduce, además, en un menor coste. "Estas ventajas son especialmente importantes en el paciente crítico y en el quirúrgico. Como ejemplo, hay estudios que relacionan una ingesta calórica inadecuada con un aumento de la mortalidad en los pacientes críticos", explica el Dr. Pestaña.
En ese mismo sentido, según afirma la Dra. Bordejé, los pacientes desnutridos son enfermos "más frágiles, con menos capacidad de recuperación aguda y con mayor riesgo de secuelas importantes que condicionen su reincorporación laboral, con todo el coste que supone a la sociedad, tanto en la fase aguda como a largo plazo".