La infertilidad es definida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como una enfermedad del sistema reproductivo que impide conseguir un embarazo tras un año o más de relaciones sin protección. Actualmente, se estima que alrededor de un 20% de las parejas en edad reproductiva tiene problemas para concebir un hijo y afecta a alrededor de 80 millones de personas en todo el mundo.
Frente a esta situación, las técnicas de reproducción asistida han evolucionado para dar una respuesta cada vez más eficaz, rápida y segura a una demanda creciente por parte de los pacientes.
Uno de los factores más críticos a la hora de facilitar el nacimiento de un niño sano tiene que ver con la selección de los embriones. La evaluación de embriones hasta el momento se basaba en el estudio de su morfología, una valoración subjetiva por la que los criterios de selección podían variar según el embriólogo, la clínica y el país. "Aunque contemos con criterios morfológicos, esta valoración puede ser subjetiva. Por ello, es importante determinar un algoritmo que permita unificar los criterios de clasificación de embriones en todas las clínicas", señala el Dr. Josu Franco, director del Laboratorio de Andrología y Embriología de la Clínica del Pilar de San Sebastián.
En este sentido, contar con datos objetivos que permitan seleccionar los embriones con mayores posibilidades de implantación ha sido uno de los grandes retos de la reproducción asistida. Ahora, es posible gracias al Sistema Eeva™ (Early Embryo Viability Assessment), una nueva tecnología que permite determinar de forma temprana, objetiva y no invasiva (sin necesidad de extraer los embriones de la incubadora para evaluarlos), cuáles son los más adecuados para transferir al útero, aumentando la posibilidad de éxito del tratamiento.
Tal y como explica el Dr. Diego Ezcurra, responsable científico global de Fertilidad de Merck Serono, "en reproducción asistida las técnicas de laboratorio limitan el resultado final. Es decir, una paciente puede estar muy bien tratada gracias a los fármacos y producir muchos ovocitos, pero si el laboratorio donde se producen los embriones no funciona de forma efectiva, no conseguiremos buenos resultados".
Además, el Dr. Buenaventura Coroleu, jefe de Servicio de Medicina de la Reproducción en la Fundación Dexeus, Salud de la Mujer de Barcelona, apunta que "otro beneficio será la reducción de los embarazos múltiples, ya que la correcta selección ayudará a reducir los embriones a transferir y con ello la posibilidad de gestación múltiple".
El nuevo método de diagnóstico contribuye a dar una respuesta más precisa a los pacientes que encuentran problemas a la hora de tener un hijo y por ello no sólo ha sido bien acogido por parte de la comunidad científica. Según un estudio realizado en el Reino Unido en el que se preguntaba a los pacientes con qué probabilidad se cambiaría a una clínica de fertilidad que les ofreciera este método si la clínica que habían elegido en origen no lo ofrecía, el 66% de los encuestados se mostraba extremadamente o muy dispuesto a irse a otra clínica por este motivo.
España, a la vanguardia en fertilidad
España es uno de los tres países del mundo con mejores resultados en reproducción asistida, junto con Estados Unidos y Canadá. "Desde hace años, hemos apostado por los tratamientos de reproducción asistida y contamos con especialistas de gran prestigio, tanto en centros públicos como privados, convirtiéndonos en referente a nivel internacional", afirma el Dr. Buenaventura Coroleu.
En este sentido, España ha demostrado una vez más su carácter pionero en el ámbito de la infertilidad al ser uno de los primeros países en utilizar esta nueva técnica de selección de embriones. Actualmente, se está utilizando también en Estados Unidos, Canadá, Francia, Italia, Reino Unido y Alemania.