Adelgazar, hacer ejercicio, dormir más… Hacer la lista de buenos propósitos es fácil; cumplirlos, no tanto. Según un estudio de Lilly, el 66% de la población española tiene costumbres que le cuesta mucho cambiar y el 33% no logra mantener las rutinas que se propone, cifra que aumenta al 39,1% en el caso de las mujeres. El estudio forma parte de la campaña #CambiaTuRutinaEnDiabetes, que busca concienciar sobre la importancia de cumplir ciertos hábitos diarios en el control y la prevención de esta enfermedad.
"Todos tenemos integradas en nuestro día a día rutinas que repetimos sin cuestionarlas, aunque no sean las mejores para nuestra salud. En diabetes también ocurre y mediante esta campaña, queremos hacerlas visibles y concienciar sobre sus consecuencias", ha destacado el Dr. Jesús Reviriego, director médico de Lilly Diabetes.
El estudio, realizado a partir de las respuestas de 2.003 personas de 18 a 64 años de edad de todas las comunidades autónomas, analiza las conductas que más repiten los españoles en su día a día, así como sus propósitos, en aspectos como la alimentación, el ejercicio físico, el sueño, el uso de la tecnología o la salud en general. En diabetes, el cambio de rutinas de estilo de vida es clave para un buen control de la enfermedad, así como para su prevención.
Metas que contrastan con la realidad del día a día
Los resultados arrojan un contraste entre las metas marcadas por los españoles y las rutinas que aseguran tener en su vida diaria. Así, por un lado, un 65,6% de los españoles dice hacerse el firme propósito de practicar ejercicio de forma habitual y un 46,8% el de dormir más horas, mientras que, por otro lado, un 43,5% afirma que apenas hace ejercicio y un 46,7% que duerme menos de las horas recomendadas (7-9 horas).
En el caso de la alimentación, hasta un 73,9% hace suyo el propósito de seguir una dieta saludable en su día a día. Dato que choca, nuevamente, con algunas de las costumbres reconocidas durante la encuesta, como el de incorporar habitualmente dulces en el postre (24,4% de los encuestados) no calcular las cantidades (79,3% de los encuestados), no realizar las cinco comidas recomendadas al día (59,9% de los encuestados) o no incorporar verdura en su menú diario (37% de los casos).
"Cambiar rutinas instauradas en nuestro día a día, incluso cuando existe el propósito de hacerlo, no es fácil, tal y como evidencia el estudio", ha destacado el Dr. Reviriego, quien ha recordado que éste es, precisamente, uno de los principales retos que enfrentan los sistemas de salud para frenar problemas como la obesidad o la diabetes.
Evitar la inercia es clave en el control de la diabetes
Inercia es un término utilizado en el ámbito sanitario para definir el fallo en el inicio o intensificación del tratamiento. En el caso de la diabetes, cuyo tratamiento es progresivo y se modifica de forma escalonada a lo largo de la evolución de la enfermedad, el grado de inercia en relación al control glucémico es elevado.
"Menos de un 50% de los pacientes con diabetes tipo 2 cumplen los objetivos recomendados de control glucémico lo que, con el tiempo, puede acarrear graves complicaciones crónicas. Tras esta situación, encontramos la influencia de altas tasas de inercia terapéutica", ha expresado el Dr. Josep Franch, médico de atención primaria del EAP Raval de Barcelona.
Disponer de alternativas sencillas, como dulaglutida, ayuda a los profesionales a introducir cambios en el tratamiento cuando no se cumplen los objetivos de control glucémico y facilita a los pacientes el cumplimiento terapéutico. "Un fármaco de administración semanal como dulaglutida mejora la adherencia terapéutica que, junto a la inercia, es un factor muy importante en la consecución de los objetivos de control", ha añadido el Dr. Reviriego.
En este sentido, uno de los objetivos de la campaña #CambiaTuRutinaEnDiabetes es que tanto el paciente como el profesional sanitario se planteen hasta qué punto no alterar una rutina de tratamiento puede estar influyendo en un peor control de la enfermedad.
Uno de cada 5 jóvenes de 18 a 24 años no desayuna
Entre los resultados del estudio, llaman la atención algunas de las rutinas que aseguran tener los españoles en el momento del desayuno como, por ejemplo, la costumbre de saltárselo. Un 14,4% de la población se incluye en este grupo que cultiva el hábito de no desayunar, cifra que aumenta hasta el 21,4% entre los jóvenes de 18 a 24 años.
Se aprecia, además, una tendencia a desayunar rápidamente, ya que un 58% asegura dedicarle solamente entre 5 y 10 minutos a la primera comida del día. Además, un 26,8% afirma que solo desayuna café o algo líquido y hasta un 76,6% manifiesta no tomar fruta en el desayuno.
En el caso de la diabetes, tanto el tipo de alimentos, las cantidades ingeridas como el número de comidas diarias son importantes para un control adecuado de la enfermedad. "Un plan de alimentación saludable es uno de los pilares en el tratamiento de la enfermedad y puede ayudar a reducir complicaciones de tipo cardiovascular", ha destacado el Dr. Franch.
Casi la mitad de la población española pasa más de un tercio del día sentado
En cuanto al ejercicio físico, aunque un 70,7% manifiesta que prefiere hacer andando los desplazamientos inferiores a 30 minutos, suman casi la mitad (46,1%) los que aseguran optar por el ascensor en lugar de subir escaleras. Asimismo, se acercan al 50% los encuestados que declaran pasar más de un tercio del día sentados y los que afirman no hacer pausas activas cuando permanecen muchas horas pegados a la silla (45,3% y 43,5%, respectivamente).
"Pequeñas decisiones diarias como subir escaleras en lugar de utilizar el ascensor u optar por realizar trayectos cortos a pie pueden significar mucho en el control de problemas como la obesidad o la diabetes", ha expresado el Dr. Reviriego. Además, el ejercicio físico diario puede ser una importante herramienta de prevención: según la Organización Mundial de la Salud, treinta minutos de actividad física moderada casi todos los días, unido a una dieta saludable, pueden reducir drásticamente el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2.
El móvil irrumpe con fuerza en la rutina del sueño de los españoles
En cuanto a los hábitos relacionados con el uso de la tecnología, los resultados de la encuesta reflejan que el móvil irrumpe con fuerza en la rutina del sueño de los españoles. Un 68,3% asegura dormir con su smartphone en la mesita de noche, cifra que sube hasta un 87,7% entre los jóvenes de 25 a 34 años; un 56% lo consulta nada más levantarse y un 57,4%, justo antes de acostarse.
Estas rutinas pueden, sin embargo, no ser las mejores para la salud. "Los móviles pueden alterar tanto la calidad como la cantidad de nuestro sueño", ha alertado el Dr. Franch, quien ha destacado que dormir poco o mal es un factor de riesgo asociado a la obesidad.
Solo la mitad de los encuestados de 55 a 64 años tiene el propósito de realizarse revisiones médicas periódicas
Al preguntar a los entrevistados por otros hábitos de salud, sorprende que solo la mitad de los adultos mayores (55 a 64 años) se hace el firme propósito de realizarse revisiones médicas periódicas. Sin embargo, un destacado 88,4% de la población española respeta los horarios y las tomas de los medicamentos.
Estas rutinas tienen, a su vez, relevancia cuando se miran desde el prisma de la diabetes. "La diabetes es una enfermedad infradiagnosticada. De hecho, se estima que la mitad de los que la padecen no lo sabe. De ahí la importancia de someterse a chequeos periódicos", ha comentado el Dr. Reviriego. Por su parte, en lo que respecta a cumplir el tratamiento, aún queda trabajo por hacer entre los pacientes diabéticos. "Mejorar las tasas de adherencia terapéutica es un objetivo importante en diabetes, ya que ayudaría, por ejemplo, a reducir complicaciones o disminuir el riesgo de hospitalización en este tipo de pacientes", ha señalado el Dr. Franch.