La esterilización requiere de un correcto lavado y desinfección previos
Los objetivos de la esterilización son la protección contra enfermedades y contaminaciones cruzadas, pero la esterilización sólo es eficaz después de un correcto lavado y desinfección previos del instrumental. De otra manera se corre el riesgo de generar "suciedad estéril".
Actualmente, la gran mayoría de clínicas dentales españolas lava el instrumental manualmente o con un equipo de ultrasonidos y desinfecta dicho instrumental con productos químicos.
La esterilización se suele llevar a cabo en esterilizadores de sobremesa por vapor de agua saturado clase B, que son los más recomendables por la eficacia del vapor de agua a alta temperatura como agente esterilizador y su amplio espectro de aplicación (instrumental sólido ó hueco, objetos porosos).
Cuanto mejor se realice tanto el lavado como la desinfección, más seguro y eficaz será el resultado final, durante más tiempo se mantendrá el valor del instrumental, y menor será el riesgo laboral al que se expone el personal de la clínica. Lo ideal para ello es un sistema de desinfección térmico, que según las estimaciones de Miele se usa actualmente en el 35% de las clínicas dentales.
Los sistemas de desinfección térmicos son preferibles frente a otras alternativas
El lavado consiste en la eliminación física de los contaminantes sean estos visibles o no. Los objetivos son una primera reducción significativa de los gérmenes y preparar el instrumental para las fases posteriores de desinfección y esterilización.
La desinfección consiste en la eliminación de bacterias, hongos y algunos tipos de virus. En una buena desinfección se puede conseguir una reducción significativa de los gérmenes de hasta 10-5 . Las esporas y priones no son eliminados en esta etapa. Los objetivos son la reducción adicional de gérmenes y preparar el instrumental para la fase de esterilización. La desinfección sólo es eficaz después de un correcto lavado previo.
Tanto el proceso de lavado como el de desinfección tienen también como objetivo proteger al personal de la clínica para evitar infecciones en la comprobación funcional de los instrumentos, su cuidado y empaquetado.
Tras las fases de lavado y desinfección, la esterilización consiste en la eliminación de todo microorganismo patógeno para el ser humano. La reducción de gérmenes que se puede obtener en esta fase es de hasta 10-6; es decir, cuando la probabilidad de superviviencia de los mismos se reduce a una entre un millón.
Según las recomendaciones del prestigioso Instituto Robert Koch, los sistemas de desinfección térmicos son preferibles frente a otras alternativas. Miele tiene un nuevo modelo de termodesinfectadora, el PG 8581, una máquina que ocupa el espacio de un lavavajillas y que realiza el proceso de lavado y desinfección de los instrumentos dentales en tan solo 41 minutos en uno de sus programas; y del autoclave de sobremesa PS 1201B. El 35% de las mejores clínicas dentales cuentan con este sistema combinado.
El uso de este sistema de desinfección y esterilización, además de optimizar el tiempo de los trabajadores de la clínica, que pueden dedicar más a tiempo a la atención de los pacientes, es un avance tecnológico propio de una odontología más innovadora y eficaz.