Según los datos de un estudio realizado por Apoyo Positivo, en colaboración con Calcsicova y Avacos, una de cada cuatro personas que piensan en someterse a la prueba del virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) tienen sensación de miedo. En concreto, un 16,7% experimentan mucho miedo.
Según ha resaltado Jorge Garrido, secretario de la Coordinadora Estatal del VIH-sida (CESIDA), "diversificar el acceso a la prueba y normalizarla sería una forma segura, rápida y efectiva de controlar la epidemia". "De hecho, aumentar el acceso a la prueba reduciría el diagnóstico oculto de VIH, y por otra parte, un diagnóstico precoz reduciría los costes sanitarios y las tasas de infección", ha añadido.
Según los datos del estudio, la sensación de miedo podría proceder de la creencia de que el 58,94% de los entrevistados consideran irresponsables a las personas VIH positivas. También tiene gran peso el componente social ya que el 78,81% de las personas entrevistadas consideran que existe discriminación social hacia las personas con VIH.