Con motivo del Día Mundial de la Prematuridad, que se celebra mañana, la Asociación de Padres de Niños Prematuros (APREM) organiza este sábado en el Hospital Universitario La Paz un acto para concienciar sobre el problema de salud pública que supone el aumento de nacimientos prematuros, la importancia de los cuidados neonatales, la protección de los niños prematuros ante las infecciones respiratorias y las medidas para evitar cualquier virus que pueda debilitar su salud.
Esta cita reunirá a familias de niños nacidos prematuros y en la misma participarán el Dr. Javier Cobas, Subdirector Gerente del Hospital Materno-Infantil La Paz, el Dr. Félix Omeñaca Jefe de Sección de Neonatología, la Dra. Celia Díaz y miembros del equipo médico y de enfermería del H.U. La Paz. Como en otras ediciones, el acto también cuenta con la colaboración de la compañía biofarmacéutica AbbVie, Nestlé, el exjugador de baloncesto Juanma López Iturriaga y el mago Alfonso V, el Ayuntamiento de Madrid y la papelería Salazar, a los que este año se suma la Escuela Libre Ellaluna. Además, APREM entregará el 4º Patuco de Honor al Equipo de Atención Temprana del Centro Base I de la Comunidad de Madrid.
Mañana por la noche la fachada del Palacio de Cibeles y la del Ayuntamiento de Pamplona se iluminarán de color púrpura como homenaje a todos los niños prematuros.
Aumento del 36% de los nacimientos prematuros
En 2015, por primera vez, las complicaciones resultantes del parto prematuro fueron la primera causa de muerte en niños, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Cada año nacen 15 millones de bebés prematuros, lo que representa uno de cada 10 nacimientos en el mundo. En España el número de niños nacidos antes de la semana 37 de gestación ha aumentado un 36% entre 1996 y 2013, de acuerdo con las últimas cifras oficiales del Instituto Nacional de Estadística (INE). Con 28.000 bebés nacidos de forma prematura al año -equivalente a uno de cada 13-, España es uno de los países europeos con mayor tasa de nacimientos pretérmino.
Aunque no hay causas concretas, en nuestro país la ciencia apunta a varios factores que favorecen la prematuridad: las técnicas de reproducción asistida, los partos múltiples, el estrés laboral, los problemas de salud en la madre y el retraso de la maternidad. En los países menos desarrollados, por el contrario, la prematuridad obedece a la falta de seguimiento médico durante el embarazo, el parto y el posparto.
Niños vulnerables ante las infecciones respiratorias
Los neonatos prematuros protagonizan tres de cada cuatro ingresos hospitalarios de neonatos, según la Sociedad Española de Neonatología (SENeo). Entre las principales complicaciones que afrontan se encuentran un mayor riesgo de parálisis cerebral, déficits sensoriales, enfermedades crónicas o infecciones respiratorias agudas, especialmente la bronquiolitis causada por el Virus Respiratorio Sincitial (VRS), una enfermedad que afecta a 100.000 menores de 2 años al año. Entre el 0,5% y el 2% de los afectados son hospitalizadosi, aunque la tasa de hospitalización alcanza el 13% en niños considerados de alto riesgo como los prematuros, llegando a ingresar en las Unidades de Cuidados Intensivos Neonatales (UCIN) hasta un 20% de los prematuros entre las 33-35 semanas de edad gestacional.
Ante esta realidad, APREM quiere recordar la importancia de proteger a los prematuros: "es muy importante informar a los padres de bebés prematuros sobre las medidas preventivas para evitar cualquier tipo de virus, especialmente en esta época del año, cuando tienen un mayor riesgo de contraer infecciones respiratorias, como la bronquiolitis, por el descenso de las temperaturas", afirma Cristina Maroto Centeno, presidenta de la asociación.
La adaptación de las familias a la realidad de un niño prematuro es un proceso complejo en el que las asociaciones de padres y madres de niños prematuros, como APREM, desempeñan un papel fundamental. Por ello esta asociación ofrece atención y apoyo a los padres, participa en Escuelas de Padres y proporciona información sobre la prematuridad a las familias de estos niños, entre otras acciones. "El seguimiento médico y la atención psicológica no deben terminar cuando el bebé abandona el hospital. Los primeros años son clave para prevenir morbilidades y trastornos en el desarrollo de estos niños", señala Cristina Maroto Centeno.