El 30% de las gafas de sol compradas en España no cuentan con ningún tipo de control sanitario

Utilizar gafas de sol con cristales no homologados, un factor de riesgo para la salud visual durante el verano

La mayor exposición a la radiación ultravioleta (UV) propia de los meses estivales hace que sea necesario extremar las medidas de protección
Según un estudio publicado en JAMA Ophthalmology, por cada hora de exposición solar en verano se incrementa un 4% la posibilidad de desarrollar alteraciones

La mayor exposición a la radiación ultravioleta (UV) propia de los meses estivales es un factor de riesgo para la salud visual. Tal y como recoge un estudio publicado por la revista científica JAMA Ophthalmology, por cada hora de exposición solar en verano se incrementa un 4% la posibilidad de desarrollar alteraciones en la visión. Por esta razón, es más importante que nunca extremar las medidas de protección, entre las que destaca el uso de gafas de sol con cristales homologados.

Sin embargo, tal y como alerta el Colegio Nacional de Ópticos-Optometristas, el 30% de las gafas de sol compradas en España no cuentan con ningún tipo de control sanitario, porcentaje que sufre un especial repunte durante la época estival. "Es fundamental que tengamos claro que la principal función de las gafas de sol es proteger la salud visual frente a la exposición solar. Sólo usando lentes debidamente homologadas podremos prevenir la fatiga visual y el desarrollo de problemáticas como cataratas o lesiones de córnea o retina, entre otras patologías", indica la Dra. Marta López Tomás, E- Health Medical Manager de Cigna España.

Existen diversas razones de por qué hacer uso de lentes que no hayan pasado ningún control es perjudicial para la salud visual:

  • Potencia de graduación superior a la admitida (neutra). Según un estudio realizado por la Universidad Complutense de Madrid, los cristales de mala calidad pueden presentar una potencia de graduación superior a la admitida (neutra), provocando borrosidad en la imagen retiniana. Aunque puede no ser evidenciada por el usuario, debido a la capacidad de acomodación del sistema visual, sí pueden existir síntomas asociados al esfuerzo, como la fatiga o el cansancio visual.
  • Distorsiones de la visión en los laterales. También pueden presentar burbujas, rugosidades o aberraciones prismáticas que provocan imágenes deformadas en posiciones de mirada no primaria. Este problema es especialmente importante durante la conducción.
  • Vía libre para la entrada de la radiación ultravioleta (UV). El ojo tiene un mecanismo de protección natural para protegerse del sol (contracción de pupila). De la misma forma, cuando está en un contexto oscuro (ambiente que crean las gafas de sol), la pupila se dilata para dejar pasar más cantidad de luz. Si las lentes que se utilizan no tienen protección UV, la radiación dañina penetra en mayor medida en el interior. Por tanto, sería mejor no utilizar gafas que usar unas de mala calidad.

¿Qué tener en cuenta a la hora de elegir unas gafas de sol?

  • Elegir el color en función del uso y las características visuales del usuario. Hay tres colores principales: marrón, verde y gris. Su elección dependerá del uso de las gafas y de las características de la vista del usuario. El color marrón mejora el contraste, reduce el cansancio y el deslumbramiento y es una buena elección para los miopes. El verde produce poca alteración en los colores, es especialmente adecuado durante la realización de deportes náuticos y está principalmente indicado para hipermétropes. El gris es el que menos altera la percepción de los colores naturales y es el más acertado para la conducción.
  • Asegurarse de su comodidad y mayor protección: tamaño, forma y ajuste adecuado. Las gafas más amplias y curvadas ofrecen una mayor protección. En cuanto a la comodidad, hay que tener en cuenta que se ajusten bien en la zona nasal y que el grado de cobertura sea el adecuado (que no haya roce de pestañas o que la gafa no se apoye en la mejilla).
  • Mayor protección con niños. Los niños presentan un cristalino inmaduro, más transparente y que deja pasar mayor cantidad de rayos UV. Por ello, necesitan una protección mayor: lentes con categoría de filtro 3 ó 4, polarizadas o con melanina.
  • Adquirirlas en un centro homologado. Algo imprescindible a la hora de comprar un complemento de este tipo es asegurarse de acudir a una óptica, centro oftalmológico, farmacia o tienda especializada. Con ello, el comprador se asegurará de que cumple con la normativa europea.

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