Se debe tumbar o sentar al enfermo con el brazo apoyado a la altura del corazón. El paciente debe estar relajado y en una habitación tranquila. Nunca se llevará a cabo después de un esfuerzo o actividad física, ni se recomienda realizar la medición hasta después de 30 a 45 minutos de haber comido, haber tomado café o alcohol o haber fumado.
Se debe tener en cuenta que la tensión está sometida a fluctuaciones por lo que se deben realizar, al menos, tres tomas y calcular los valores medios.
Entonces, se coloca el manguito alrededor del brazo y por encima de la flexura del codo y se hincha, de forma que la arteria humeral queda comprimida al empujarla contra el húmero, cortándose la circulación. Se coloca la membrana del fonendoscopio en la flexura del codo y se deja escapar el aire del manguito lentamente. Cuando se escucha el primer latido tras reinstaurarse la circulación, se obtiene en el medidor la tensión sistólica o máxima, y cuando se deja de oír el latido, se obtiene la cifra de tensión diastólica o mínima.
Finalmente, se deshincha totalmente el manguito, se deja descansar al paciente unos minutos y se procede a otra medición, y así hasta tres veces, finalizadas las cuales, se retira el manguito.
La primera toma de tensión arterial se ha de realizar preferiblemente en ambos brazos, pues con frecuencia la tensión varía de uno a otro. Si se detecta una presión elevada en un brazo, es importante que las siguientes tomas de seguimiento se realicen en el mismo.