Es una prueba que mide la presión dentro del ojo con un aparato llamado tonómetro, con una lámpara de hendidura o mediante un soplo de aire. En cualesquiera de estos métodos se mide el grado de aplanamiento de la córnea al empujar.
Le pedirán que se siente frente al médico explorador. Si utiliza un tonómetro, deberá anestesiarle el ojo, pues va a apoyar un objeto parecido a un lápiz sobre su córnea. Si utiliza una lámpara de hendidura usted debe apoyar la barbilla y la frente en un aparato óptico y el explorador llevará la lámpara hacia adelante hasta tocar la córnea. Finalmente, el médico puede emplear un aparato que expulsa un soplo de aire que chocará contra la superficie de su ojo.