Las personas que nunca han tenido varicela pueden reducir el riesgo de contraer el virus evitando el contacto con personas con varicela y herpes zóster
Las personas que nunca han tenido varicela pueden reducir el riesgo de contraer el virus evitando el contacto con personas con varicela y herpes zóster. Puede aparecer un zóster en un adulto que ha estado en contacto con un niño con varicela o con otro adulto con herpes zóster. No obstante, la mayoría de los pacientes desarrollan el herpes zóester sin saber cuál ha sido el origen del contagio.
Es necesario intentar no rascarse y usar una loción calmante para aliviar la irritación. Las aplicaciones húmedas con sulfato de cinc o de cobre se utilizan para secar las lesiones y evitar la sobreinfección. Se pueden tomar analgésicos sencillos, como aspirina o paracetamol, para aliviar el dolor.
Es importante iniciar el tratamiento de forma precoz, para lo cual hay que acudir al dermatólogo en cuanto se tengan síntomas y especialmente cuando se produzca alguna de las siguientes circunstancias:
- La erupción rodea los ojos o la parte superior de la nariz.
- Las lesiones no se curan después de diez días.
- El paciente tiene una fiebre elevada o dolor de cabeza.
- El paciente tiene otra enfermedad grave al mismo tiempo.
- Se trata de una mujer embarazada o de pacientes inmunodeprimidos.