El ácido fólico es una vitamina hidrosoluble del complejo B que se administra por vía oral y parenteral. Esta vitamina se encuentra en una gran variedad de alimentos, incluyendo el hígado, la levadura y los vegetales verdes.
La deficiencia en ácido fólico ocasiona una variedad de desórdenes hematológicos entre los que se incluyen las anemias megaloblástica y macrocítica. Por lo tanto, se utiliza para tratar ambos tipos de anemia así como el esprúe tropical.
En los últimos años se ha descubierto que una suplementación adecuada de ácido fólico disminuye el riesgo de malformaciones neurales tubulares congénitas.
Se indica en la prevención y el tratamiento de estados carenciales de ácido fólico: anemias megaloblásticas, en la infancia, el embarazo, el síndrome de malabsorción y el esprúe tropical.
Se usa para la profilaxis de defectos en el tubo neural (espina bífida, anencefalia, encefalocele) en mujeres con antecedentes de un hijo o feto con deficiencias en el tubo neural.