Actúan sobre la anhidrasa carbónica, la enzima que cataliza la reacción reversible de hidratación en ácido carbónico. Son eficaces para el control de la secreción de fluidos (por ejemplo, en algunos tipos de glaucoma), en el tratamiento de algunos desórdenes convulsivos (por ejemplo, la epilepsia) y en la provocación de la diuresis, como diurético, en los casos de retención anormal de fluidos (por ejemplo en el edema cardiaco).