Con la llegada del verano, el calor y las vacaciones solemos tener una vida social más agitada, los horarios cambian, pasamos más tiempo fuera de casa, y eso comporta que cambiemos nuestros hábitos durante el día, incluso con la comida, ya que solemos comer peor. Graciela Moreira, nutricionista y experta en cocina de PronoKal Group® nos explica que: "Durante el verano abusamos de las tapas y del alcohol, nos solemos saltar algunas comidas y comemos fuera más veces de lo habitual". Por eso, desde PronoKal Group® nos explican cuáles son los errores más comunes durante el verano y cómo podemos evitarlos.
¡7 cosas que no debemos hacer en verano!
Picar entre horas, beber alcohol, comer helados… son algunos de los errores que cometemos durante el verano y que no ayudan a nuestro cuerpo. La experta Graciela Moreira, nutricionista y experta en cocina de PronoKal Group®, nos explica cómo los podemos evitar y seguir llevando una dieta sana y equilibrada.
1. Picar entre horas
Al no desayunar correctamente, al poco tiempo tendremos hambre y nos llevará a picar durante la mañana y consumir snacks no recomendados (galletas, bollería, dulces, salados,…).
Recomendación: Debemos tener a mano snacks saludables; si estamos en casa o en el trabajo es bueno recurrir al yogur con frutas o con frutos secos o gelatinas con frutas. Si estamos fuera, de caminata o excursión recurriremos a barras de cereales sin azúcares simples (darán más sensación de saciedad y no tendremos hambre enseguida). Los chips vegetales que están de moda son un gran recurso. De todos modos siempre respetar la porción recomendada que figura en los etiquetados.
2. Comer copiosamente en la cena
Muchas veces estamos fuera durante el día, comemos más frugalmente y por la noche para compensar realizamos una cena abundante.
Recomendación: Lo que comemos por la noche en exceso no llegaremos a quemarlo, por lo tanto tendremos más tendencia a aumentar de peso además de tener una digestión más pesada y prolongada que dificultará el sueño.
Debemos hacer una cena ligera con verduras y algo de proteínas, las ensaladas completas con aliños ligeros son un gran recurso además de su bajo coste.
3. Abusar del alcohol
Las terracitas y la salidas con amigos favorecen el consumo de alcohol con las consecuencias de todos conocidas, además de que favorece la deshidratación y aumenta el riesgo de insolación si bebemos bajo el sol. La reina del verano es sin duda la cerveza, la opción light o 0% de alcohol disminuye aproximadamente un 30% las calorías totales.
Recomendación: Nunca beber alcohol en la playa, debemos hidratarnos principalmente con agua.
4. Excesivo consumo de helados
La venta de helados se dispara en verano por la necesidad de aplacar el calor con algo refrescante, pero cuidado por su alto contenido en azúcares simples y grasas.
Recomendación: Los helados de agua sobre todo los polos que podemos realizar en casa con zumos de frutas sin azúcar, o los de yogur de frutas desnatados con bajo contenido en azúcar son los más aconsejados.
5. Comer mucho fuera de casa
Es frecuente comer mucho fuera de casa sobre todo en vacaciones y esto es muchas veces causa del aumento de peso.
Recomendación: Elegir siempre platos sencillos, sin salsas, comenzar como primero con una ensalada variada cuidando el aliño, una proteína baja en grasas (pollo, pavo pescado) como segundo y reemplazar el postre por un yogur, una pieza pequeña de fruta o un café.
6. Excedernos en el consumo de alimentos light
Muchas veces y pensando en bajar o mantener el peso recurrimos a los alimentos light, pero si no miramos bien el etiquetado podemos tener sorpresas, ya que la industria baja uno de sus nutrientes pero aumenta otro, así estos alimentos suelen tener más grasas o azúcares que su versión entera. Además, que pensando que engordan menos, consumimos más.
Recomendación: leer muy bien el etiquetado y respetar el tamaño de la ración aconsejada.
7. Cenar frutas
Otro error muy frecuente estemos o no de vacaciones es cenar sólo frutas, creyendo que es bajo en calorías. Seguramente como es el único alimento, nos excedamos en cantidad, además por ser un alimento con mucha agua, comemos más para saciarnos.
Recomendación: la fruta contiene azúcares simples que al no quemarse se transforman en grasas y así se almacenan. Debemos consumirlas en desayuno, media mañana y merienda, pero no por la noche.