Las alergias dejaron de ser exclusivamente protagonistas de la primavera y ya se pueden encontrar casos a lo largo de todo el año. La contaminación y, en concreto, los vehículos diésel, son una de las principales causas. El doctor Javier Ruiz Hornillos, jefe del Servicio de Alergología del Hospital Universitario Infanta Elena en Valdemoro, explica que "el diésel ha contribuido al incremento de pacientes alérgicos a diversos pólenes. Mientras que los pólenes en el campo están limpios, en las ciudades están recubiertos de partículas polucionantes, lo que produce que sean capaces de sensibilizar a un mayor número de pacientes e inducir una respuesta alérgica mucho mayor".
Además, en el caso de los pacientes con asma y alergia, la contaminación puede tener un efecto directo en las vías respiratorias. "Muchas partículas suspendidas en el aire fruto de la contaminación son capaces de producir inflamación e hiperreactividad bronquial en pacientes con asma y alergia. Contaminantes como los óxidos de nitrógeno, el dióxido de azufre, el monóxido de carbono y el ozono favorecen la aparición de síntomas y exacerbaciones en niños con asma", advierte el doctor Ruiz.
Síntomas que duran 6 meses
Aunque siempre ha existido el polen de cupresáceas como cipreses y arizónicas, el especialista en alergología recuerda que "ya son el tercer polen más frecuente al que los pacientes presentan alergia en Madrid por detrás de las gramíneas y olivo. Por tanto, todos aquellos que sean alérgicos a estos tres pólenes (cupresáceas, gramíneas y olivo) pueden tener síntomas desde enero hasta junio. Además, este año hemos tenido días, en algunas ciudades, de picos de polen más altos que en los últimos 7 años".
También hay que tener en cuenta que cada una de las plantas poliniza de forma predominante en una época cada año. "En el caso de las cupresáceas el periodo de polinización va desde octubre hasta abril, siendo máximo en febrero, aunque las condiciones climáticas hace que cada año sea diferente", explica el doctor Ruiz. Y recuerda que "la coincidencia con la época de los cuadros catarrales y gripales hace que en alguna ocasión el paciente confunda la causa de los síntomas que padece".
Precisamente, entre los síntomas más frecuentes destaca "la rinoconjuntival como estornudos repetidos, picor de nariz y de ojos, enrojecimiento y lagrimeo de ojos y congestión nasal, principalmente. En muchos casos se acompaña o puede evolucionar a síntomas bronquiales con dificultad para respirar, sensación de opresión torácica, con autoescucha de sibilancias y tos seca sobre todo por la noche y al acostarse. Estos síntomas son más frecuentes e intensos durante los días soleados y empeoran cuando hay viento", añade el alergólogo.
En cualquier caso, los pacientes siempre deben acudir a un especialista en Alergología, para saber qué polen o pólenes son los responsables de su sintomatología, y qué medidas debe adoptar para evitarlos. Del mismo modo, añade el doctor Ruiz, "el alergólogo instaurará un tratamiento individual, dependiendo de cada caso. En este sentido la inmunoterapia o vacunación antialérgica debe considerarse siempre como una herramienta terapéutica de primer orden en el manejo de los pacientes alérgicos".