En el LX Congreso de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG) los expertos han valorado la incontinencia urinaria como una dolencia que supone un grave deterioro de la calidad de vida de tal importancia que se podría comparar con el deterioro que producen otras enfermedades crónicas como la diabetes o la artritis.
La incontinencia supone en España un problema social de primer orden con implicaciones psicológicas. De hecho, se estima que en España existen cerca de cinco millones de mujeres que padecen esta enfermedad.
La incontinencia puede decirse que es un factor importante en la pérdida de calidad de vida de la población española. En este sentido, el 89% de los españoles con esta dolencia confirman que sienten rechazo por su situación y el 86% se sienten rechazados por la sociedad.
Como opción para resolver este importante problema existe un sistema que se basa en la colocación de bandas de malla de polipropileno que presenta una eficacia superior al 90% para tratar la incontinencia urinaria de esfuerzo. Este tipo de incontinencia aparece al realizar ejercicio, toser, reír o estornudar. La banda se coloca en forma de hamaca bajo la uretra y no se necesita de ingreso hospitalario para su colocación.
La incontinencia urinaria no resuelta puede dar lugar a complicaciones médicas entre las que se incluyen las úlceras cutáneas y las infecciones de orina, y otras de tipo psicológico, como la pérdida de autoestima, la ansiedad, el bajo estado de ánimo y la depresión. Además, las personas mayores, que padecen esta dolencia, suelen ser con más frecuencia internadas en residencias para mayores por la carga que suponen para sus familiares.