Según un estudio del Colegio de Farmacéuticos de Sevilla ha aumentado notablementa en las oficinas de farmacia sevillanas la formulación magistral en pediatría. Con este fin, los farmacéuticos usan de manera frecuente principios activos como el omeprazol, la ranitidina, el propranolol, el enalaprilo o la furosemida.
Una fórmula magistral es un medicamento destinado a un paciente específico
Solo uno de cada cuatro medicamentos aprobados para adultos tiene también indicación para niños. Esta realidad, unida a la escasez de formas y dosis pediátricas, explica la laguna farmacoterapéutica existente para la población infantil, que está siendo cubierta por la formulación magistral.
La formulación magistral se presenta hoy como el medio para dar respuesta a estos colectivos, pero también como el medio para adaptar la medicación a las particularidades y necesidades individuales de cada paciente, en lo que se prevé será una avance imparable de la terapéutica personalizada.
Una fórmula magistral es un medicamento destinado a un paciente específico, preparado por el farmacéutico, o bajo su dirección, para cumplimentar expresamente una prescripción médica detallada de las sustancias medicinales que incluye, según las normas técnicas y científicas del arte farmacéutico, dispensado en su farmacia o servicio farmacéutico y con la debida información al usuario.