Aumenta la incidencia de la dermatitis atópica

Con motivo de la celebración del Día de la Dermatitis Atópica, la Asociación Española de Pacientes y Familiares con Dermatitis Atópica (ADEA) ha querido llamar la atención sobre esta enfermedad que afecta ya a un 15% de la población española.
 

En el marco de esta celebración, ADEA ha organizado una serie de actividades con el fin de informar y sensibilizar a la población sobre esta enfermedad. Entre estas actividades destacan la presentación de un vídeo de dibujos animados dirigido a niños para que puedan entender correctamente su enfermedad, que se puede descargar desde la web de la asociación (www.adeaweb.org), y una charla-coloquio a la que han asistido un gran número de pacientes y familiares y que ha contado con la colaboración especial de la Saludemia.com.
 

Según han explicado los especialistas con motivo de esta conmemoración, la dermatitis atópica es una enfermedad de la piel que cursa en brotes recurrentes y que se caracteriza por la aparición de lesiones de enrojecimiento e inflamación de la piel, de sequedad y descamación en placas, y, sobre todo, de intenso picor. De hecho, el picor suele ser tan agudo que llega a ser insoportable, alterando el sueño y el carácter.
 

Los expertos estiman que entre el 10% y el 15% de la población general padece dermatitis atópica. En los menores es la enfermedad crónica de la piel más frecuente, ya que la sufren hasta un 20% de los niños. Lo habitual es que aparezca en la época de lactante. De hecho, un 60% de los casos debuta en el primer año de vida.
 

Actualmente, los expertos tienen claro que, en el origen de esta enfermedad de la piel hay una base genética sobre la que se producen alteraciones, entre ellas algunas de tipo inmunológico. Todavía no se ha determinado el modo de transmisión de padres a hijos, aunque sí está demostrado que si uno de los padres sufre dermatitis atópica, el bebé que va a nacer presentará un 40% de posibilidades de padecerla. Si los dos progenitores padecen la enfermedad, este riesgo se eleva a un 80%.
 

Con la edad, los síntomas y las localizaciones varían. No obstante, en todos los casos de dermatitis atópica existe una inflamación crónica de la piel, que permanece de manera silenciosa y asintomática, hasta que se produce una fuerte reacción por la presencia de estímulos variados como el frío, el calor, las ropas, los jabones, infecciones, nerviosismo, etc. Estos estímulos no causan la dermatitis atópica, sino que actúan sobre una piel ya reactiva, como simples desencadenantes.
 

La calidad de vida de las personas, y especialmente de los niños, con dermatitis atópica y la de sus familias se ve alterada por la enfermedad. El picor es el síntoma que más molestias provoca (irritabilidad, alteración del sueño y falta de concentración en la escuela o el trabajo). Otro problema son los eccemas o lesiones de la piel, muchas veces en zonas expuestas del cuerpo y a la vista.

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