Del 11 al 13 de abril Barcelona acoge una conferencia científica internacional sobre la enfermedad hepática por el déficit de alfa-1 antitripsina y el IV Congreso Internacional de Pacientes de Enfermedad Hepática. Esta convocatoria coincide con la conmemoración del 50 aniversario del descubrimiento del déficit del alfa-1 antitripsina.
Esta patología es una enfermedad hereditaria considerada rara según el baremo de la Unión Europea para catalogar este tipo de trastornos. El déficit de alfa-1 antitripsina (Alfa-1) es un trastorno genético hereditario que puede ocasionar, entre los 30 y 40 años, una enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), enfisema y bronquitis crónica.
Con menos frecuencia puede manifestarse como una enfermedad hepática crónica, desde el nacimiento hasta cualquier momento en la vida. El Alfa-1 se caracteriza por unos niveles en la sangre muy bajos o inexistentes de la proteína alfa-1 antitripsina que es producida por el hígado.
La función principal de esta proteína es proteger el tejido pulmonar de la inflamación ocasionada por las infecciones o por cualquier irritante inhalado conjuntamente con el aire, como el humo de cigarrillo o altos niveles de contaminación. Los bajos niveles de esta proteína en sangre ocurren porque el hígado no puede liberar la proteína defectuosa a la rapidez normal. En un escaso porcentaje de los afectados, la acumulación de esta proteína ocasiona daño grave al hígado.