El Blue Monday es universalmente conocido por ser "el día más triste del año" y, aunque sus evidencias científicas no están claras, lo cierto es que hay algunos factores, como tener que afrontar los gastos del hogar tras las compras de Navidad, la frustración por los nuevos propósitos no conseguidos o la reincorporación al trabajo, que contribuyen a que enero sea uno de los meses más complicados del año. De hecho, las visitas al psicólogo aumentan después de los periodos vacacionales y de descanso en familia.
En concreto, en el ámbito laboral, los aspectos que más preocupan a los trabajadores son la gestión del estrés y del tiempo en general, así como la conciliación laboral y familiar. Según explican los psicólogos de Blua de Sanitas, "durante la vuelta a la rutina laboral se percibe una gran preocupación por cómo adaptarse a las condiciones relacionadas con el ritmo y las exigencias que impone el trabajo".
A este respecto, los expertos de Sanitas han elaborado una lista con una serie de recomendaciones a seguir para gestionar posibles episodios graves de estrés que puedan derivar en depresiones localizadas:
- Gestionar el tiempo. Es necesario aprender a administrar bien el tiempo, algo fundamental para la productividad y el rendimiento en la vida personal pero, sobre todo, en la vida laboral y de cara a la reincorporación después de unos días de descanso. De hecho, los temas relacionados con la falta de tiempo para uno mismo es una de las consultas más habituales a los psicólogos. Puedes hacer de manera diaria una lista con las actividades que tienes pendientes organizándolas de tal manera que primero empieces con aquellas actividades que son urgentes (para hoy) e importantes (relevantes en tu vida), sigas con las actividades que son solo urgentes, luego las que son solo importantes y por último dejar aquellas que no sean ni una cosa ni la otra. Es importante que te pongas una hora límite para realizarlas y que cuando llegue esa hora, sepas dejar lo que te quede para otro día y si no puedes, intenta delegar. Esta técnica es muy útil para saber clasificar nuestras tareas y no sentir que tenemos que realizar todo con la misma importancia y la misma urgencia.
- Realizar una evaluación de las actividades y rutinas del día. Contabilizar el tiempo dedicado a cada actividad, identificar distracciones y valorar una mejor distribución del mismo, así como priorizar las tareas urgentes, ayuda a evitar el estrés y la ansiedad. Asimismo, es beneficioso tomarse un tiempo para uno mismo, pensar y respirar: la respiración profunda y tranquila sirve de ayuda para relativizar y tomar perspectiva. Esto es fundamental para anticiparse a situaciones, preparar las respuestas más adecuadas y evitar reacciones más emocionales. Intenta terminar tus obligaciones a una hora prudente para poder dedicarte tiempo a ti mismo aunque sean solo 15 minutos al día.
- Practicar deporte. Está más que demostrado que practicar algún tipo de deporte ayuda a subir el ánimo y la autoestima y, por lo tanto, a mejorar la calidad de vida. Esto se debe a la liberación de endorfinas que crean en el organismo una sensación de bienestar. Además, el ejercicio contribuye a dormir mejor. Los hábitos saludables son fundamentales para nuestro bienestar psicológico.
- Establecer objetivos reales y concretos. En cuanto a la frustración ocasionada por no estar consiguiendo los nuevos propósitos de Año Nuevo, es aconsejable escribir los objetivos y establecerlos de tal manera que sean realistas para que así, a pesar de necesitar esfuerzo para lograrlos, no sean inalcanzables y puedan depender de uno mismo. Identifica cuáles son tus objetivos generales y tus objetivos específicos, de tal manera que puedas ir viendo los progresos paso a paso.
- Limitar los gastos extra. Por último, en relación con los gastos del hogar, es importante tener cuidado con las ofertas y descuentos propias del mes de enero, ya que nos pueden llevar a consumir más de lo previsto. Para evitar los gastos extras, es recomendable elaborar una lista con las compras que sean estrictamente necesarias y cumplirla. Intenta proponerte un límite de gastos al mes e ir identificando cuánto vas ahorrando a la semana, esto te animará.