Tras la pandemia provocada por la COVID-19, el confinamiento domiciliario y el distanciamiento social, los abuelos se han convertido en el colectivo más vulnerable. Esto no sólo se debe a que se encuentran dentro de los denominados "grupos de riesgo", sino que los abuelos, esas personas entrañables que tanto han influido en nuestras vidas, han sido uno de los colectivos más aislados y afectados por la tristeza. Sin embargo, si algo hemos aprendido a lo largo de los últimos meses, es que la tecnología es una herramienta vital para enfrentarnos a la distancia, tanto en el ámbito social como en el cuidado de la salud.
En el marco del Día Mundial de los Abuelos, que se celebra cada 26 de julio, PIC Solution, marca especializada en el autocuidado, ha investigado cuál es el grado de preocupación de los españoles sobre la salud de los más mayores y cómo nos ayuda la tecnología a cuidar de los nuestros. En este contexto, es importante destacar que el 39,5% de los españoles reconoce preocuparse más por los mayores con la llegada de la pandemia, según los resultados del ‘IV Barómetro sobre el Autocuidado de la población española', elaborado por la propia marca.
¿Cómo son nuestros abuelos?
Según el barómetro, la hipertensión es la patología con mayor prevalencia en la población mayor de 65 años (39,7%), seguida por la hipercolesterolemia (colesterol alto), que padecen casi 3 de cada 4 (28,6%) abuelos españoles. Sin embargo, y a pesar de su vulnerabilidad, nuestros mayores siempre están preocupados por el cuidado de los demás.
Tanto es así que, antes de la pandemia, más de la mitad de los mayores de 65 años (51%) españoles acudían al médico cuando su temperatura corporal superaba los 38°. Ahora, optan por llamar a los profesionales sanitarios para solicitar una prueba COVID (47,6%) o quedarse en casa para evitar poner en riesgo a los demás (36,5%). Y es que, aunque adoran compartir tiempo con los que más quieren, no saben cómo cuidar de ellos mismos.
Salud conectada: las claves de la salud pospandemia
Durante los últimos meses, la tecnología ha sido nuestro mayor aliado no solo para mantenernos en contacto, sino también para cuidar nuestra salud: llamadas a sanitarios, citas online, diagnósticos telemáticos… Pero ¿qué pasa con los más mayores? Según el estudio desarrollado, el 37,3% de los abuelos españoles debe informar con regularidad de algunos parámetros de su salud como la tensión o el azúcar.
Si bien es cierto que, con el cierre de las residencias y el confinamiento domiciliario, los abuelos comenzaron a hacer uso de las aplicaciones de videollamada para estar más juntos que nunca, pocos sabían usarlas para controlar su salud: 9 de cada 10 abuelos (95,2%) desconoce la existencia de aplicaciones de salud conectada. Tan solo un 4,8% las conoce.
Lo que sí nos ha quedado claro es que la edad no es óbice para no seguir avanzando. En este contexto de incertidumbre y volatilidad, los abuelos han sabido reinventarse, tanto es así que, según el 84,4% de los mayores de 65 años entrevistados, considerarían muy útil una aplicación para el registro de la salud. En definitiva: la tecnología nos ha ayudado a estar cerca, incluso cuando más separados estábamos de nuestros mayores, gracias a la digitalización.