Un grupo de investigación del Recinto de Río Piedras, perteneciente a la Universidad de Puerto Rico, ha desarrollado tras más de 10 años de trabajo un sensor biológico que permite detectar si una persona padece cáncer sólo con colocarlo en su muñeca. Dada la importancia que tiene un diagnóstico temprano para el tratamiento y la cura de esta enfermedad, dicho microchip es una gran revolución que permitirá una detección sencilla, efectiva y económica.
El dispositivo ha sido originalmente elaborado con un compuesto de oro. Para abaratar su coste y que pueda ofrecerse en los centros de salud, el Fidecomiso de Ciencia, Tecnología e Investigación (FCTI) de Puerto Rico ha concedido al proyecto una subvención de 150.000 dólares. De esta forma, se tratará de elaborar el microchip con materiales más económicos como el carbón o el cobre y que pueda incluso comprarse en la farmacia, como ya se hace con los sensores de glucosa.
La aportación del FCTI pertenece al primer programa de subvenciones para la investigación en el país, que también ha seleccionado otros 12 proyectos para darle apoyo como, por ejemplo, el desarrollo de nuevos medicamentos contra la malaria, la creación de tecnologías híbridas para el desarrollo de la comunicaciones y la aviación o avances biotecnológicos para purificar el agua.
Ciencia y tecnología, claves para el desarrollo económico
Puerto Rico apuesta por crear una economía basada en el conocimiento, que le permita competir en un mundo globalizado. Tal y como señala Alberto Bacó Bagué, secretario de Desarrollo Económico y Comercio de la Isla, "trabajamos diariamente para que nuestro país sea un centro de ciencia y tecnología a nivel mundial al que inversores, científicos e investigadores quieran venir a trabajar, como ya está ocurriendo. Y para ello contamos con muchas fortalezas".
Según la Principal Oficial Ejecutiva del Fideicomiso, Luz Crespo, "el Fideicomiso desempeña un papel fundamental en este ámbito, potenciando la creación de iniciativas innovadoras que, además, pueden desarrollarse gracias a nuestro capital humano".
Entre los elementos que pueden atraer, desarrollar y retener importantes operaciones en el ámbito de la ciencia y la tecnología en Puerto Rico se encuentran su avanzada legislación, las facilidades que ofrece para plantear negocios o su excelente infraestructura de transporte y telecomunicaciones. Dispone también de una sólida industria manufacturera, y una fuerza de trabajo bilingüe y con alta capacitación.
Por todo ello, actualmente sectores basados en la innovación como el farmacéutico o la biotecnología suponen ya una tercera parte de su Producto Interior Bruto (PIB) y más de 100 de las principales empresas mundiales de estos ámbitos están presentes en el territorio. Además, su industria biocientífica ha sido calificada como amplia, diversa y altamente especializada por el último informe Battelle/BIO, dado a conocer el pasado año y en el que se la reconoce como una de las mejores de EEUU.