Al igual que la vuelta al trabajo de los adultos, la vuelta a la rutina escolar suele ser dura para los más pequeños de la casa. En el marco del próximo inicio del curso escolar, los profesionales sanitarios del Servicio de la Promoción de la Salud de Sanitas aseguran que "es importante preparar el terreno tres o cuatro días antes e introducir poco a poco las nuevas rutinas sin esperar al último día para cambiar todo de golpe".
Establecer rutinas tres o cuatro días antes de la vuelta al colegio ayuda a los escolares a retomar su día a día
El periodo de adaptación de los niños puede variar en cada caso y depende de las rutinas que estén establecidas en el hogar en ese momento, los hábitos previos, las conductas que se quieran modificar y el ritmo de aprendizaje de cada menor.
A la hora de ayudar a los escolares en el inicio de la etapa académica, los padres desempeñan un papel clave. Para un niño realizar actividades con sus padres es un aprendizaje tan importante y necesario como asistir a la escuela. El hecho de que se den este tipo de interacciones va a mejorar la comunicación y, por tanto, la relación entre hijos y padres.
Los padres deben fijar una rutina diaria, intentando organizar el baño, la cena y descanso siempre a la misma hora. Esta rutina deberá aplicarse de manera sistemática de lunes a viernes. Una vez que el niño se ha acostumbrando progresivamente a esta rutina, aprenderá a diferenciar que durante la semana, cuando hay que ir a clase, la rutina es siempre igual.
Por otro lado, la alimentación también influye a la hora de que los niños mantengan un estado de salud óptimo y retomen las obligaciones escolares con más fuerza. Lo recomendable es realizar una dieta equilibrada que incluya abundantes frutas, verduras, legumbres y pescados. Además, para evitar el desarrollo de obesidad, se debe moderar el consumo de grasas, dulces, refrescos y chucherías.