La progresión de la diabetes tipo 2 (DM2) hace que la mayoría de los pacientes necesiten tratamiento con insulina para lograr el control óptimo de glucemia y prevenir las complicaciones asociadas a esta enfermedad. Sin embargo, alrededor del 30% de los pacientes que necesitan insulina son reacios a comenzar este tratamiento debido a barreras psicológicas, un fenómeno denominado "resistencia psicológica a la insulina" y con frecuencia el inicio del tratamiento con insulina se pospone innecesariamente.
"El estudio EMOTION se puso en marcha para identificar qué actuaciones, afirmaciones y comportamientos de los profesionales sanitarios ayudan significativamente a los pacientes con DM2 y que experimentan resistencia psicológica a la insulina", afirma la Dra. Miriam Rubio, médico responsable de Lilly Diabetes en España, organización que a liderado el estudio.
Los pacientes españoles incluidos en este estudio internacional señalaron tres iniciativas clave para iniciar y mantener el tratamiento con insulina: la actitud colaborativa del médico, conocer mejor qué es la insulina y abordar los temores del paciente sobre la inyección en sí.
En este sentido, el 75,9% de los pacientes consideró que le había ayudado la disponibilidad del profesional sanitario para resolver sus inquietudes. "Que el doctor ofrezca al paciente la posibilidad de que le llame para resolver cualquier duda, ofrece una gran sensación de tranquilidad", afirma el doctor Xavier Mundet, uno de los investigadores principales del estudio EMOTION.
Por otro lado, los pacientes consideraban que ser ellos los últimos responsables en tomar la decisión de iniciar un tratamiento con insulina no les ayudaba, lo que refuerza los beneficios de una relación de colaboración y confianza entre el paciente y los responsables de su atención médica.
Conocer mejor la insulina y reducir el miedo a la inyección
Explicaciones que permiten a los pacientes entender que iniciar el tratamiento con insulina no significaba que su diabetes se hubiera agravado, y que usar insulina es fácil, ayudaron a superar los pensamientos erróneos y temores. "Me sorprendió saber que el paciente también necesita razonamientos clínicos, no infantilizar las consultas. El paciente necesita saber y no solo que se le cuente la parte más sencilla", afirma el Dr. Mundet. Por otro lado, transmitir la idea de que los niveles de glucosa en la sangre mejorarían tras la insulinización ayudó al 74,6% de los encuestados.
En cuanto a otras actuaciones del profesional sanitario consideradas favorablemente por los pacientes se encontraban resolver temores sobre las inyecciones. En este sentido, familiarizar al paciente con el dispositivo de inyección fue destacado por el 73% de los pacientes.
El estudio también destaca ciertas actuaciones del profesional sanitario que refuerzan los efectos positivos de la insulina. "Hay que comentar con el paciente que la insulina es algo natural, que nuestro organismo produce y sintetiza. Esto ayuda, sin duda, a tranquilizar a la persona con diabetes". En este sentido, que el médico informe sobre la mejora de los niveles de glucosa en la sangre tras el uso de insulina y que ayude al paciente a reconocer que la insulina es más natural que las pastillas que estaba tomando, se destacaron entre los elementos que más ayudaron a los pacientes, mostrando la importancia de que al iniciar este cambio de tratamiento las decisiones deben ser tomadas de forma compartida entre el médico y el paciente, y basadas en la confianza y una comunicación efectiva.
Sobre el estudio EMOTION
La resistencia psicológica a la insulina, que afecta aproximadamente al 30% de los pacientes que tienen que iniciar este tratamiento, puede atribuirse al estado emocional (por ejemplo, ansiedad, miedo) o cognitivo del paciente (falta de conocimientos o falsas creencias), al estigma asociado al uso de la insulina, o a la interacción del paciente con el profesional sanitario.
El estudio EMOTION se puso en marcha para detectar las actuaciones del profesional sanitario que ayudan a los pacientes con diabetes tipo 2 a superar la resistencia psicológica a la insulina, de forma que se puedan adoptar en el diseño de futuros protocolos de intervención. El estudio contó con la participación de siete países, entre los que se encuentra España.
Los pacientes con diabetes tipo 2 y resistencia psicológica a la insulina expresan, en general, más creencias negativas que positivas sobre el inicio de la insulinización. La mayoría de los pacientes (75,8%), aunque originalmente reacios a la insulinización, se mostraron generalmente satisfechos o muy satisfechos con el tratamiento con insulina en el momento en que se realizó la encuesta. En aproximadamente una cuarta parte de los pacientes, sus sentimientos hacia el tratamiento con insulina fueron neutros (15,2%) o se mostraron insatisfechos (7,6%). Solo el 1,5% de los pacientes encuestados no estaba nada satisfechos con su tratamiento actual.