Evitar comidas copiosas, exposiciones largas al sol y el ejercicio físico intenso antes de meterse en el agua son algunos de los consejos médicos para no sufrir los denominados cortes de digestión. Los expertos indican que lo que se conoce como corte de digestión es un shock termodiferencial provocado por un cambio brusco de temperatura de la piel en contacto con el agua fría.
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El término científico correcto es hidrocución y cuando se produce se desencadena un reflejo de inhibición de la respiración y la circulación de la sangre, derivando en una sobrecarga cardíaca que, en algunos casos, puede conducir a una parada cardiorrespiratoria.
Según los especialistas, el corte de digestión le puede suceder a cualquier persona, independientemente de la edad; pero, se debe prestar especial atención a los niños, ya que en verano son quienes más disfrutan a todas horas al aire libre, exponiéndose en muchos casos a largas horas de sol y a jugar en el agua de playas o piscinas, sin ser conscientes de los riesgos que corren.
Para evitar los síncopes de hidrocución y para que el cuerpo se vaya aclimatando a la nueva temperatura, los profesionales sanitarios recomiendan introducirse poco a poco en el agua especialmente si se ha realizado ejercicio físico intenso, se ha permanecido al sol durante mucho tiempo o el agua está fría. Además, recomiendan esperar un tiempo prudencial para darse un baño tras haber ingerido alimentos, normalmente un plazo de tres horas.