El chupete reduce la incidencia de la muerte súbita del lactante, es un analgésico muy eficaz en procesos dolorosos y calma la ansiedad de los niños. Además, expertos de Sanitas Dental explican que los efectos perjudiciales que ejerce sobre la correcta alineación de los dientes, principalmente mordida cruzada, son pasajeros y reversibles si su uso no se extiende más allá de los tres años.
Aunque son muchas las ideas erróneas que rodean al uso del chupete, poco a poco casi todas han ido perdiendo fuerza, a excepción de la creencia de que deforma la dentadura de los pequeños. Según explica Patricia Zubeldia, odontóloga de la Dirección Asistencial de Sanitas Dental, se estima que para que las malformaciones sean apreciables, es necesario ejercer una presión constante durante varias horas seguidas al día. El factor tiempo, junto al de la energía que el niño aplique en la succión, marcarán además la diferencia en este aspecto.
La experta explica que, aunque no se trata de una regla fija, las piezas dentales volverán a su sitio si el chupete desaparece hacia los tres, cuatro años de edad, aunque hay otros condicionantes que pueden hacer que estos plazos sean flexibles, como el grado de madurez del pequeño o determinadas circunstancias médicas o psicosociales.
Pautas a seguir para la retirada del chupete
Aunque la edad ideal para retirar el chupete es a los tres o cuatro años, previamente se debe acostumbrar a los pequeños a limitar su uso al tiempo de sueño o a situaciones de gran tensión emocional.
Patricia Zubeldia, odontóloga de la Dirección Asistencial de Sanitas Dental, recomienda seguir una serie de pautas para facilitar, tanto a padres como a los niños, la retirada del chupete.
- La interrupción de su uso puede ser paulatina o de forma repentina, pero no se debe castigar ni hacer que el proceso resulte traumático para los más pequeños.
- Impregnar la tetina del chupete con sustancias de sabores fuertes como vinagre, pimienta o limón, facilita que los pequeños se deshagan del mismo de forma natural.
- Inventar una historia o cuento personalizado en el que la que algún personaje de ficción se lleve el chupete del niño.
- Explicar a los pequeños que el chupete se ha olvidado accidentalmente en algún lugar, como por ejemplo, en la casa vacacional.
- Cortar la tetina o pincharla para que la sensación de chuparla no sea placentera, disuade de su uso a muchos pequeños.
- A los más mayores, su pediatra puede explicarles por qué deben prescindir del chupete y las consecuencias negativas para su salud bucodental.