Consejos para proteger nuestra vista del sol

La luz solar puede dañar los tejidos de la superficie del ojo, como así también la córnea y el lente
Si no se toman precauciones, se incrementa el riesgo de desarrollar determinadas patologías oculares, como cataratas, degeneración macular, pterigión o tumores
La radiación ultravioleta de tipo B (rayos UVB) es más peligrosa para los ojos y la piel que la radiación de tipo A (rayos UVA)

Cuando llega el verano, además de disfrutar del sol, debemos tomar conciencia de la importancia de protegernos de los efectos perjudiciales del mismo. Del mismo modo que utilizamos cremas fotoprotectoras para nuestra piel, o incluso productos para evitar que se reseque nuestro pelo, no siempre prestamos la misma atención a nuestros ojos.

Según estudios de la American Academy of Ophthalmology, la exposición a la luz solar brillante puede dañar los tejidos de la superficie del ojo, la córnea y el lente cristalino y, por consiguiente, incrementar el riesgo de desarrollar determinadas patologías oculares. Respecto a ello, el Dr. Alfonso Arias Puente, Director del Instituto Oftalmológico de Vithas Internacional, señala que "está comprobado que la exposición al sol prolongada puede producir daño en los ojos si no se usa algún tipo de protección ocular y favorece la aparición de enfermedades oculares, como pterigión, cataratas, degeneración macular o tumores. Ante cualquier exposición a la luz solar, la recomendación es el uso de gafas de sol con filtros adecuados que impidan el paso del 95-100% de las radiaciones ultravioletas, responsables de dichas lesiones".

Dentro de los tipos de radiación ultravioleta, la de tipo B, conocida como rayos UVB, es más peligrosa para los ojos y la piel que la radiación de tipo A, los llamados rayos UVA.

En este sentido, el Dr. Arias nos ofrece una serie de pautas para cuidar nuestra salud ocular y proteger nuestros ojos del sol de modo óptimo. Vithas Internacional pertenece al grupo sanitario Vithas que cuenta en España con 19 hospitales y 25 centros especializados denominados Vithas Salud.

Consejos para cuidar nuestros ojos del sol

  • No todas las gafas de sol son adecuadas: se deben usar gafas de sol con cristales que bloqueen los rayos UV. La capacidad para bloquear la luz UV de unos cristales no depende del color oscuro de las lentes ni del precio; la protección sólo está garantizada cuando se consigue bloquear el 100% de los rayos UVA y UVB. "Las gafas deben ser de un tamaño suficiente que cubra toda la zona de los ojos y lo ideal es conseguir que los rayos solares puedan penetrar por los lados", señala el Dr. Arias.
  • Las lentes de contacto no protegen. Aunque las lentes de contacto lleven protección UV, no ofrecen suficiente protección. En estos casos también es necesario utilizar gafas de sol.
  • Los sombreros también ayudan. Además de las gafas de sol, es conveniente utilizar gorras o sombreros: "los sombreros de ala ancha proporcionan la mejor protección para los ojos", afirma el Dr. Arias.
  • No hay que fiarse de las nubes. La radiación ultravioleta puede atravesar las nubes, de modo que los días grises o nublados también es necesaria la protección. "La recomendación es utilizar siempre gafas de sol al aire libre, ya que el daño en los ojos por la radiación puede ocurrir en cualquier época del año", señala el profesional.
  • No se debe mirar directamente hacia el sol. "Mirar al sol sin protección, incluso durante un eclipse, puede provocar una retinopatía solar, la cual implicaría un daño en la retina causado por la radiación solar".
  • Extremar la precaución en las horas pico del sol. Para ello hay que evitar la exposición entre las 10 a.m. y las 14 p.m., momento en que los rayos solares UV son más fuertes.

Todas estas medidas se deben extremar cuando se trabaja en el exterior, especialmente en verano, en actividades al aire libre, de alta montaña o acuáticas. La radiación ultravioleta se refleja en superficies como el agua, la nieve o la arena, por lo que permanecer a la sombra no significa que estemos libres de la exposición.

Los niños y las personas de edad avanzada son más sensibles al daño por las radiaciones ultravioletas, por lo que en estos casos deben extremar aún más todas estas precauciones y ser muy exigentes con las medidas de protección solar.

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