Perder el empleo es una situación tremendamente traumática, pues a la incertidumbre económica que puede provocar, hay que sumarle los daños psicológicos derivados del arraigo al lugar físico de trabajo, a unas costumbres y a un día a día que deberán ser cambiados, y sobre todo, a un futuro de inseguridad que genera mucho estrés, y que puede desembocar en una depresión.
Según explica la doctora Marisa Navarro, especialista en coaching empresarial y escritora, la pérdida del trabajo supone un cambio muy brusco, tanto en la vida de la persona como en la de su entorno. Las personas que lo sufren generalmente pasan por un periodo de crisis de autoestima y duelo, de igual manera que ocurre ante otros procesos como puede ser una separación de pareja o incluso poder llegar a sufrir como con la pérdida de un ser querido. Ello puede generar problemas serios de salud.
Las afecciones dermatológicas, problemas digestivos, musculares y dolores de cabeza son muy comunes, para evitarlos y que esta situación no se vuelva dramática, lo más importante es aceptar la realidad y para hacerlo conviene tener en cuenta una serie de recomendaciones, según comenta la doctora Marisa Navarro.
- Lo primero es evitar caer en los típicos tópicos como "soy mayor", "es imposible encontrar otro empleo" o "no voy a tener la oportunidad por…" Estas son creencias muy limitantes y suponen una actitud que no ayuda en absoluto en la búsqueda de otro trabajo; al contrario, nos sume en la tristeza y en la pérdida de autoestima.
- Deja el resentimiento a un lado, por mucho que buscar culpables sea un desahogo para tratar de entender la situación, la rabia y la ira sólo provocará un aumento considerable del estrés que ya de por sí hay en el ambiente.
- Debes aprovechar este tiempo para reflexionar sobre tus habilidades, sobre aquello que eres bueno y se te da bien, sobre tus conocimientos y tener en cuenta que la experiencia adquirida es un gran valor, y has de ser consciente de que no empiezas de cero. Ver esta situación como una pausa activa, en la que es importante no quedarse parado, meditar y hacer esas cosas pendientes, como estudiar, adquirir nuevos habilidades, seguir aprendiendo y preparándose, etc. te ayudará, ya que además de sentirte mucho mejor, generará también nuevas oportunidades.
- Analiza la información sobre qué ha pasado desde un punto de vista lo más objetivo posible y trata de sacar provecho de esa situación. Esto te dará más opciones para que puedas hacer un cambio a mejor. Ante todo, no pierdas la perspectiva, vive el presente y mantente atento a las oportunidades se te van a presentar. Puedes elegir ver lo que te ocurre como un conjunto de problemas, o como un conjunto de oportunidades, esto no cambia lo que ha ocurrido, peto si cambia tu perspectiva y actitud respecto de ello.
- Márcate unos objetivos, ya sean profesionales o de cualquier otro tipo, y actúa en su dirección, esto te ayudará a dejar de estar tan preocupado, desgastado y agotado. Date tiempo y confía en que esta situación será temporal.
- También te ayudará comer y descansar correctamente. Hacer deporte para mantenerte activo y aprovechar al máximo el tiempo libre para estar más cerca de las personas que quieres. Ocuparte de ellas será muy reconfortante. Piensa que cuando encuentres trabajo, no tendrás tanto tiempo como en este momento.
Por último, recuerda que la seguridad en el trabajo es en la mayoría de los casos una ilusión, y ser consciente de ello nos facilita la aceptación del proceso. Aprovecha para aprender en cualquier caso, y piensa que está experiencia te va a hacer crecer como persona.