Es muy habitual aumentar el consumo de marisco en fechas navideñas, por ello, desde el Colegio Oficial de Podología de la Comunidad de Madrid (COPOMA), quieren advertirnos de que puede ser peligroso hacerlo en exceso, sobre todo para algunas personas.
Este alimento aumenta considerablemente los niveles de ácido úrico en la sangre y, cuando nuestro cuerpo no es capaz de eliminarlo correctamente, aumentan las posibilidades de padecer la famosa gota. Aunque esta enfermedad parecía olvidada, sigue existiendo, y es padecida por muchas más personas de lo que creemos. Principalmente, aparece en personas mayores de 40 años, y se da más en hombres que en mujeres.
Se denomina gota a un tipo de artritis que afecta en primera estancia a las articulaciones mediante la aparición de los llamados tofos o bultos debajo de la piel. Además, también puede dañar a los tendones y otras zonas. Esto, ocurre por amontonamientos en forma de cristales de sal derivados del exceso de ácido úrico en la sangre, o hiperuricemia.
Normalmente, el incorrecto funcionamiento de los riñones es la principal causa de aparición de la gota. Sin embargo, también puede aparecer como efecto secundario de tratamientos como la quimioterapia o enfermedades como la diabetes o la leucemia, entre otras. Además, el exceso de peso y la edad son también agravantes que intensifican las posibilidades de padecer esta enfermedad. De hecho,también es frecuente en aquellas personas que han consumido mucho alcohol a lo largo de su vida y, por ende, han forzado sus riñones. Por ello, aunque es importante que todos evitemos la ingesta en exceso de alimentos ricos en purinas, como el marisco o las carnes rojas, para no forzar nuestros riñones, las personas que formen parte de estos colectivos deberán extremar aún más las precauciones y cuidarse de no consumir dichos alimentos.
Es muy frecuente que los pies sean las articulaciones que primero se ven afectadas por esta enfermedad por ser las más alejadas del corazón y, por tanto, también las más frías. De hecho, es muy frecuente que esta patología se detecte por inflamaciones en el dedo gordo. Por lo general, el dolor aparece repentinamente y por la noche, cuando los pies están más fríos e inmovilizados. En cuyo caso, deberemos acudir inmediatamente al profesional de la Podología para que nos realice un diagnóstico completo.
Aunque esta enfermedad suele tratarse principalmente con antiinflamatorios para controlar la hinchazón y disminuir el dolor, también podrían acompañarse de otros medicamentos para facilitar la eliminación del ácido úrico en la sangre y evitar que se produzca, así como, por supuesto, el control de la dieta. Además, en el caso de que afecte a los pies, también será clave la utilización de cierto tipo de calzado, así como de plantillas podológicas.