La dermatitis atópica se produce con frecuencia como una manifestación inicial de un cuadro alérgico que evoluciona hacia la alergia alimentaria, la rinitis alérgica o el asma. Parece claro que esta tendencia alérgica se desarrolla, inicialmente, en la vida fetal a partir de una predisposición genética que evoluciona a lo largo de la infancia hacia estas otras patologías
La alergia alimentaria suele aparecer de modo precoz y un 57% de los casos debutan antes de los 12 meses del nacimiento, elevándose esta cifra al 87% a los 5 años de edad. La rinitis suele aparecer, en estos niños, entre los 3 y 7 años de edad. Respecto al asma, la rinitis alérgica constituye un factor de riesgo para desarrollarla y entre un 40% y un 60% de los niños con la enfermedad nasal evolucionan hacia una rinitis alérgica, sobre todo si existen antecedentes familiares.
Es por ello que la dermatitis atópica se debe contemplar como parte de un cuadro alérgico amplio que evoluciona a lo largo de la vida y que afecta a la piel, al aparato digestivo y al sistema respiratorio, como resultado de una respuesta exagerada del sistema inmune del paciente. A este proceso evolutivo se le denomina "marcha atópica" y es objeto de constante estudio para dilucidar cómo se producen estas tres enfermedades alérgicas y su relación entre ellas.