La Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) ha presentado hoy, un estudio sobre la prevalencia del tabaquismo pasivo en España. Durante el encuentro se han presentado los resultados de la investigación realizada por SEPAR con una beca irrestricta de Laboratorios Gebro Pharma, y se han debatido y analizado los nuevos retos que plantean para el tabaquismo activo y el tabaquismo pasivo las nuevas formas de consumo, como los vapeadores y el tabaco calentado, con un enfoque particular en la población más joven.
La jornada ha comenzado con la introducción a cargo del presidente de SEPAR, el Dr. David de la Rosa y ha estado moderada por la coordinadora del Área de Tabaquismo, María Isabel Cristóbal.
Tabaquismo convencional
El 17 % de las personas encuestadas se declara fumadora de cigarrillos convencionales, siendo el grupo de 16 a 44 años el que presenta el mayor porcentaje de fumadores.
En cuanto a la exposición al humo del tabaco, las terrazas de los locales de hostelería son los lugares donde los no fumadores están más en contacto con el tabaco, ya que el 48 % de los no fumadores declara respirar el humo en estos espacios. En los hogares, el 9 % de las personas no fumadoras convive con humo de tabaco, mientras que, en los centros de estudio, el 7 % de los estudiantes no fumadores refiere estar expuesto al humo. En el ámbito laboral, el 8 % de los empleados no fumadores está expuesto al humo del tabaco, cifra que asciende al 22 % en el sector de la hostelería.
Nuevos productos
El 10 % de las personas entrevistadas reconoce ser consumidora de nuevos productos. Este porcentaje es mayor en personas menores de 24 años, y prácticamente nulo en personas mayores de 54 años. En los hogares, el 7 % de las personas no fumadoras convive con vapores de nuevos productos (NP), mientras que, en los centros de estudio, el 12 % de los estudiantes no fumadores ni consumidores de NP señala estar expuesto a vapores.
En las terrazas, el 32 % de los no fumadores y no consumidores de NP declara estar expuesto a los vapores de estos productos. Además, en el trabajo, el 4% de los no consumidores de NP se ve expuesto, cifra que asciende al 18 % en el sector de la hostelería. En las zonas de ocio, la exposición a vapores de NP es del 12 %, siendo ligeramente inferior a la exposición al tabaco (15 %).
La Dra. Inmaculada Gorordo, coordinadora del estudio, señala que "la prevalencia global de tabaquismo pasivo es del 24 %. Si consideramos la exposición en terrazas, más de la mitad de los no fumadores están afectados por el tabaquismo pasivo".
Por su parte, el Dr. Juan Antonio Riesco Miranda, director de proyectos de investigación en tabaquismo de SEPAR, advierte: "Se observa una mayor permisividad hacia la exposición al vapor de nuevos productos en comparación con el humo del tabaco. Sin embargo, la mayoría de la población encuestada apoya un aumento de las restricciones en el consumo de estas sustancias, especialmente entre los fumadores y consumidores habituales".
Tras la presentación del estudio, el Dr. Carlos Jiménez, miembro del Comité Científico del estudio, ha presentado los datos recopilados durante las dos últimas décadas, que muestran la evolución del tabaquismo pasivo en España. Durante su intervención, ha subrayado que "en los últimos 13 años, en los que no ha habido modificación de la actual legislación reguladora de consumo de tabaco, la prevalencia de tabaquismo pasivo ha aumentado ligeramente en varios entornos: en hogares del 8 % al 9 %, en el trabajo del 6 % al 8 %, en centros educativos del 6,3 % al 7 % y en locales de ocio del 12 % al 15 %".
El tabaquismo en España
El consumo de tabaco y la exposición pasiva al humo de este siguen siendo causas predominantes de enfermedades respiratorias a nivel global.
La inhalación del humo de tabaco está estrechamente vinculada al desarrollo de patologías graves: "Asma y EPOC son las enfermedades respiratorias crónicas más frecuentes y llama la atención un mayor número de fumadores y consumidores de nuevos productos en ambos grupos, y particularmente entre la población asmática", afirma el Dr. Riesco.
Los datos presentados subrayan la urgencia de fortalecer las políticas de prevención y concienciación, así como de promover estrategias más efectivas para reducir el consumo de tabaco y minimizar la exposición pasiva al humo. A pesar de la conciencia creciente sobre los riesgos, persiste una necesidad crítica de intervención para proteger la salud pública y reducir el impacto del tabaquismo en la población.