El doctor José Luis Jiménez, presidente del Colegio de Médicos de Ourense e internista perteneciente a Sogami (Sociedade Galega de Medicina Interna), explica que durante esta crisis del COVID-19 se ha apreciado una notable bajada de las visitas a este servicio. Una de las razones es el miedo de los pacientes a contagiarse de coronavirus. Pero otra de las razones es que veníamos de una situación en la que "España tenía una excesiva frecuentación de Urgencias", dice el doctor. "En esta crisis se ha visto que hay muchos casos banales que acudían a ese Servicio y en los que bastaba con esperar al día siguiente, aunque por supuesto sigue habiendo otros en los que es imprescindible acudir a Urgencias como los ictus, infartos, dolores abdominales agudos, etc, además de otras situaciones en las que la exploración física es imprescindible y es necesario ver presencialmente al paciente".
Telemedicina
En general en esta crisis se han incrementado las consultas vía telefónica, correo electrónico e incluso whatsapp. Mediante estas vías -en colaboración con Atención Primaria, con la que ya se mantenía una importante relación- se pueden ajustar tratamientos, dar resultados, controlar a los pacientes crónicos, evitar exponer a las personas al virus y traslados innecesarios de personas mayores a las que se pone en riesgo su salud porque es sabido que los ingresos en el hospital contribuyen con frecuencia a su deterioro físico y cognitivo.
En definitiva, con toda su tragedia, esta crisis ha sido un aprendizaje de la e-consulta y la consulta telefónica, aunque los médicos internistas son conscientes de que, una vez pasado el confinamiento, habrá un "repunte" de la demanda debido a todas las consultas y pruebas que se han retrasado a causa de la pandemia.