La Fundación Grünenthal y la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria en Andalucía (SEMERGEN Andalucía) han suscrito un acuerdo marco de colaboración que tiene por objetivo fomentar la formación de los médicos de Atención Primaria para mejorar la salud y la calidad de vida del paciente con dolor.
Como primera acción a desarrollar, se va a impartir un programa de formación online sobre manejo y tratamiento del dolor, donde se abordarán aspectos tales como la comunicación médico-paciente; manejo multimodal del dolor crónico y tratamientos orientados según mecanismo farmacológico; abordaje de la lumbalgia crónica; dolor neuropático; cronificación del dolor; dolor en el anciano, y tratamiento del dolor oncológico. El curso comenzará en septiembre y finalizará en junio de 2015.
Esta actividad online, enmarcada en el programa de formación médica continuada en dolor "PAIN EDUCATION", se completará con la celebración de dos talleres presenciales sobre criterios de derivación entre centros de salud y unidades de dolor, y dolor crónico intenso, en las ciudades de Sevilla y Granada.
El doctor Juan Sergio Fernández, presidente de SEMERGEN Andalucía, ha dicho del acuerdo con la Fundación Grünenthal que supone el inicio de un camino sin vuelta atrás. "Hemos sentado las bases de una estrecha colaboración en la formación en el abordaje del dolor y la vamos a poner a disposición de todos los médicos andaluces", explica. En su primera actividad formativa "se abordarán todos los aspectos que un médico de familia debe conocer para conseguir que nuestros pacientes puedan vivir sin la lacra que supone el dolor crónico", añade. Asimismo, desde SEMERGEN Andalucía "intentaremos incorporar esta iniciativa al Plan Andaluz del Dolor".
Según la Encuesta Europea de Salud en España EES09 año 2009, el dolor lumbar figura entre los trastornos más frecuentes (16,3%) junto con los dolores cervicales (14,2%). Tiene mayor presencia en las mujeres que en los hombres. El 10,5% de la población de 16 años y más ha padecido dolor o molestia física en grado severo o extremo durante las cuatro semanas anteriores a la encuesta. Por su parte, el 23,4% de las personas de 75 años y más han sufrido dolor físico severo en el último mes (16,0% en hombres y 28,3% en mujeres). "Vemos también como las personas jóvenes consultan sobre dolor en las consultas de Atención Primaria", apunta la doctora María Reyes Díaz, médico de familia de la Unidad de Gestión Clínica El Porvenir, en Sevilla.
Dolores más frecuentes
Según los datos de la Encuesta de Salud Andaluza de 2007, los problemas más frecuentes en dolor crónico son los relacionados con la espalda, cuello, hombro y cintura. Este tipo de dolor está presente en el 18,1% de la población andaluza (el 19,4% de mujeres y el 16,7% de hombres).
La prevalencia del dolor aumenta con la edad, ya que afecta al 4,4% de la población comprendida entre 16 y 24 años y al 35,5% de la población mayor de 75 años.
Por otro lado, "el perfil de paciente con dolor crónico se caracteriza por ser mujer, mayor de 50 años, ama de casa, con un nivel social medio y con estudios básicos", señala la experta. Además, suele tener enfermedades asociadas tales como hipertensión arterial, obesidad, dislipemia, climaterio, trastornos mixtos ansioso-depresivos, mioma uterino, etc. "Por lo general, necesita acudir varias veces por un mismo dolor a diferentes especialistas".
La Asociación Andaluza del Tratamiento del Dolor y Asistencia Continuada, a través del Instituto de Marketing y Comunicación SL, realizó un estudio de incidencia del dolor en Andalucía en 2010: en él se recogía que el 30% de los andaluces (uno de cada tres) ha sufrido algún dolor –un 3,8% en el último mes-. El 15,5% de la población presentaba dolor crónico, un problema que en ocasiones infradiagnosticado en Atención Primaria.
"Aunque contamos con un muy buen Plan Integral para el Abordaje del Dolor en Andalucía, existen numerosas dificultades para que el médico de Atención Primaria pueda llevarlo a la práctica", afirma la experta. El tiempo, la sobrecarga asistencial, la escasa formación específica y la falta de coordinación asistencial son algunas de las barreras que refiere. "Si queremos que el primer nivel asistencial se convierta en el eje central del abordaje del dolor crónico, hay que poner a disposición del médico de familia recursos de diferentes especialidades para poder diagnosticar y tratar este problema desde un punto de vista integral y modal", añade. La doctora Díaz apunta que el ‘Model Chronic Care' es un modelo a seguir. "No hacen falta nuevos recursos, sino otra manera de hacer las cosas".