Coincidiendo con el inicio del curso escolar el Consejo General de Colegios de Ópticos Optometristas insiste en la importancia de que los niños acudan al óptico optometrista, al menos una vez al año, para detectar posibles problemas visuales que influyen en su rendimiento pero que son de fácil solución. Sin embargo, solo uno de cada cuatro niños españoles en edad escolar se revisa la visión al menos una vez al año.
En muchos casos, las malas notas o el desinterés por las asignaturas no son consecuencia de la apatía de los estudiantes, sino de algún defecto visual que les impide seguir el ritmo de las clases, atender a las explicaciones de la pizarra, leer con rapidez y comprensión y estudiar cómodamente, con el consiguiente lastre para su aprendizaje. Según Juan Carlos Martínez Moral, presidente del Consejo General de Colegios de Ópticos Optometristas, "la mayoría de los padres desconoce que casi el 30% de los casos de fracaso escolar se debe a problemas visuales".
Los niños pocas veces se quejan de los problemas de visión, por lo que en ocasiones resulta complicado detectarlos. Por eso "es necesario llevar a cabo revisiones visuales y evaluar también la capacidad de comprensión", aclara Martínez Moral. Además, los padres y profesores deben estar atentos a una serie de síntomas de los escolares que suelen señalar la existencia de problemas visuales como fruncir el ceño, sentarse demasiado cerca de la televisión o aproximarse mucho a los libros.