En verano es cuando se concentran el 60% de las intoxicaciones alimentarias, como señala el Dr. Xabier Ansa, médico de familia y socio de la CAMFiC "vemos más casos en nuestras consultas, debido a que en verano comemos más al aire libre, y el tiempo transcurrido entre que nos preparamos la comida y la consumimos favorece el crecimiento microbiano que causa la toxiinfección alimentaria".
Por eso, dice, "no hay que romper la cadena del frío y mantener ciertas normas de higiene a la hora de manipular y cocinar la comida. Y seguir las recomendaciones de la Agencia Catalana de Seguridad Alimentaria", que aconseja preparar las ensaladas variadas a base de vegetales crudos, pasta, queso, y embutidos en el último momento antes de irse. También alerta que mezclar ingredientes crudos y cocidos con antelación y a temperatura ambiente favorece la contaminación. Igualmente aconseja evitar salsas que lleven huevo, y si se trata de las salsas comerciales, una vez abierto el envase, que se consuma en un espacio breve de tiempo ya que puede volver a contaminarse.
Pero el Dr. Ansa enfatiza también que "el lavado de manos se ha demostrado como una medida muy efectiva para evitar las intoxicaciones alimentarias, sobre todo después de utilizar el wc, el pañuelo para toser, estornudar o sonarse la nariz, después de tocar el pelo, los ojos o los oídos y después de manipular basura o alimentos crudos".
Además, hay que recordar que para evitar las intoxicaciones alimentarias es necesario mantener los alimentos por debajo de 10ºC (las temperaturas de congelación, por debajo de 0ºC, impiden que se multipliquen los microbios) o por encima de 65ºC (las temperaturas de cocción eliminan los microbios), y asegurarse que los alimentos no están más de dos horas entre estos 10ºC y los 65ºC.
Los falsos mitos sobre las intoxicaciones alimentarias
Desde CAMFiC también se aconseja tener presente la información de la Agencia de Salud Pública de Cataluña sobre los falsos mitos alrededor de las toxiinfecciones alimentarias. Así hay que saber que es falso que sólo se produzcan las intoxicaciones alimentarias en el ámbito de la restauración, ya que entre un 30% y un 50% de las toxiinfecciones alimentarias se producen en el ámbito doméstico. Es falso también que los alimentos contaminantes hagan mala olor, a veces no la hacen. También es falso que los alimentos sobrantes de otras comidas son aptos para su consumo y que sólo hay que volver a calentar. Finalmente es falsa la creencia de que añadir vinagre o limón a productos como el boquerón, la mayonesa o los mejillones crudos evite la intoxicación alimentaria.