El 74% de los españoles que conviven con un animal de compañía aseguran que éstos les ayudan a pasar mejor el confinamiento. Así lo indica el nuevo estudio de Fundación Affinity, elaborado en colaboración con el Departamento de Psiquiatría de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), que ha analizado los efectos del confinamiento en el vínculo de las personas con sus animales de compañía. En España, casi la mitad de los hogares (47%) conviven con uno o más animales de compañía, y estos días están suponiendo un apoyo fundamental para muchas personas y familias, confinadas en casa desde el pasado 14 de marzo a raíz de la proclamación del estado de alarma debido al COVID-19.
Pasar tanto tiempo en casa significa también compartir más tiempo con los animales de compañía, y esto contribuye a reforzar el vínculo existente entre ambos. De hecho, el 36% de españoles que conviven con un perro o un gato aseguran que esta situación está contribuyendo de forma positiva a este vínculo, reforzándolo aún más si cabe. Para el 44% de los encuestados, su animal de compañía les está ayudando a superar los momentos más difíciles derivados de esta situación. Además, el coste percibido de mantener al animal no ha aumentado durante esta crisis, un hecho muy relevante y positivo, que acentúa que los animales de compañía son percibidos como un miembro más de la familia y no como una "carga". Sin duda, un vínculo fuerte y estable es la mejor prevención del abandono de animales.
Compañía constante, más abrazos y juegos
El 56% asegura que su perro o gato le hace compañía constantemente durante esta difícil situación. Además, la gran mayoría ha aumentado el tiempo que dedica a interactuar con el animal y compartir momentos de calidad: el 59% asegura acariciarle todavía más y el 63% dedica más tiempo a jugar con él. Además, el 54% de personas que conviven con un perro aseguran que ahora le cepillan más y dedican más tiempo a sus cuidados.
"Está científicamente probado que la compañía de un animal mejora la calidad de vida de todo ser humano. Mejora a longevidad, preserva el equilibrio físico y mental, facilita la recreación y reduce el estrés que sufrimos las personas. En esta situación tan extraordinaria, los datos y los testimonios vuelven a demostrar que su impacto en nuestras vidas es mucho más que hacernos compañía" asegura Isabel Buil, directora de fundación.
Los perros y los gatos también sufren el confinamiento
Pese a que los animales de compañía seguro que están contentos de compartir más tiempo con su familia, ellos también sufren las consecuencias físicas y mentales del confinamiento. El caso de los perros es el más evidente, pues han visto limitados sus paseos, la práctica de ejercicio físico y el contacto con otros canes. De hecho, el 52% de los españoles pasean menos de 30 minutos al día con su perro. Antes del confinamiento, esta cifra era del 11%.
El 62% de las persona que conviven con uno o más perros consideran que el confinamiento ha afectado negativamente a su calidad de vida. Además, muchas personas han notado cambios en el animal: éste demanda mayor atención (40%) y está más nervioso (25%) y excitable (20%).
"Efectivamente, el confinamiento nos afecta a todos, personas y animales. Ellos también han visto modificada su rutina y, a diferencia de nosotros, ellos no entienden lo que está pasando. El bienestar de un perro depende de la práctica de ejercicio físico, la exploración del entorno y la interacción con otras personas y perros. Y todo ello se ve limitado ahora. Nuestra recomendación es – manteniendo siempre las medidas de higiene establecidas por las autoridades – estimular al animal dentro de casa, prestar especial atención a sus necesidades y tener paciencia ante esta situación", explica Jaume Fatjó, director de la Cátedra Fundación Affinity.
Los gatos también sufren las consecuencias del confinamiento pero de distinto modo, ya que estos animales ya están acostumbrados a estar la mayor parte del tiempo en casa. Para ellos, el cambio principal es que ahora nosotros también lo estamos. En líneas generales, los gatos son animales más independientes y necesitan su espacio. Mientras esto se respete, el bienestar del animal no debería disminuir. En este sentido, y para evitar posibles casos de estrés, la principal recomendación de la Fundación es asegurar es que los padres supervisen el contacto de los niños con sus animales de compañía y puedan marcar límites.
El 45% no ha percibido cambios notorios en el temperamento de sus gatos. No obstante, el 35% sí que asegura que su gato le demanda una mayor atención y el 20% que ven al animal relajado.
El desconfinamiento, la principal preocupación
La situación que se está viviendo por el COVID-19 hace que la población esté preocupada por muchos temas (salud, trabajo, no poder ver a sus familiares y amigos…) pero también por sus animales de compañía.
En el momento de hacer la encuesta, la principal preocupación de las personas que conviven con un perro estaba relacionada con los paseos. Más del 60% de los encuestados se mostraron preocupados por si llegaba el día en que se prohibiese bajar a pasear con él para que hiciese sus necesidades. No obstante, es improbable a día de hoy que se llegue a esta situación.
El 40% de los encuestados también se muestran preocupados porque la pérdida de rutina y normas pueda afectar al comportamiento del perro, y también el mismo porcentaje está preocupado por si el animal no sabe adaptarse de nuevo al día a día una vez podamos volver a la normalidad. Esta última es también una de las principales preocupaciones que tienen las personas que conviven con uno o más gatos.
"Es una preocupación muy lógica, y seguramente muchos perros podrían tener dificultades para acostumbrarse a estar de nuevo solos en casa. Nuestro consejo es consultar al veterinario para decidir qué medidas preventivas deberían adoptarse, pues cada perro es distinto", explica Jaume Fatjó.