A estas alturas es innegable que estamos inmersos en la segunda ola de la pandemia del COVID-19, algo que no nos coge por sorpresa pero que quizá llega antes de lo esperado. Este hecho provoca una sensación de incertidumbre entre la población ante la posible vuelta a las restricciones y las dudas sobre la gestión que se está haciendo de la crisis por parte de gobiernos locales y estatales.
Para conocer el impacto de la crisis del coronavirus en la opinión pública, Ipsos, compañía de investigación de mercados y de opinión, realiza desde casi el inicio de la pandemia, un estudio en el que se analiza el sentimiento de la población, llamado Essentials. De su última edición se extraen datos tan reveladores como que el 78% de los españoles considera que la pandemia está fuera de control en España actualmente. Una cifra que sitúa al país como el más pesimista en este sentido solo por detrás de Estados Unidos (82%), y muy por encima del resto de países europeos donde la situación se percibe como más controlada, ya que en Reino Unido solo un 58% percibe descontrol, en Italia un 56%, en Francia un 46% y en Alemania solo un 35%.
Ante una posible futura vuelta a la normalidad, los ciudadanos la sitúan cada vez más lejos. A nivel global el 41% de los ciudadanos no creen que se vaya a producir antes de un año o más, siendo España y Japón los países más pesimistas en este aspecto, con un 58% de ciudadanos que así lo creen. En este punto se observa un cambio muy significativo en la percepción que los españoles tenían a mediados de julio y la de finales de agosto, intervalo de tiempo en el que aumentó 15 puntos esta percepción de que el final de la pandemia estaba aún lejos. Esta tendencia se observa también en el resto de los países europeos incluidos en el estudio, en el caso de Francia ha pasado del 43% al 57%, en Italia del 29% al 43%, en Alemania del 33% al 43%, mientras que en Reino Unido la diferencia es solo de un punto (del 41% al 42%).
A pesar de estas opiniones y el ambiente pesimista reinante de forma generalizada, también se detecta un menor apoyo a posibles nuevos confinamientos y restricciones. Ante esta pandemia la población está tomando diferentes actitudes lo que nos permite definir cinco segmentos diferentes. De estos, hay dos que muestran una actitud clara de querer reactivar la economía y recuperar la "normalidad", pero lo hacen de forma muy distinta. Por un lado, encontramos a los que mantienen a la pandemia como su principal preocupación, pero también creen que la economía es prioritaria en estos momentos y que se debe volver al trabajo cuanto antes para mitigar el impacto financiero personal de esta crisis. Este segmento es donde más población vemos posicionada a nivel global (33%), pero también en España con un 43%, lo que sitúa al país en segunda posición en el ranking mundial, solo por detrás de México.
El segundo grupo que también quiere la reactivación de la economía pero son los que menos apoyan las restricciones y en el que se sitúan aquellas personas para las que la COVID-19 ya no es una cuestión prioritaria y se centran en aspectos más socioeconómicos y políticos, marcándose como objetivos principales la reactivación de la economía y la vuelta a la normalidad. Este segmento es el segundo más mayoritario a nivel global (30%) y también en España, donde 2 de cada 10 españoles se posicionan. No obstante, y a pesar de ser el segundo mayor colectivo dentro de los españoles, España es el tercer país del mundo con menos ciudadanos enmarcados en este grupo, y el último en el ranking europeo que encabeza Francia, donde 4 de cada 10 ciudadanos se posicionan en este colectivo, seguido de Alemania (37%) y Reino Unido (35%) con datos similares a Francia, e Italia con un 31%.
Si sumamos la población española que se identifica con estos dos segmentos, tenemos al 63% de los ciudadanos representados en ellos. Es decir, 6 de cada 10 españoles defienden la reactivación de la economía por encima de las posibles restricciones gubernamentales que se puedan reactivar para contener la pandemia. Esta actitud se puede deber a que el 42% declara temer por su empleo y el 68% se muestra preocupado o muy preocupado ante la posibilidad de poder pagar las facturas el próximo mes.
En palabras de Vicente Castellanos, Director de Opinión Pública y Estudios Sociales de Ipsos España, "la pandemia por COVID-19 sigue mostrando su peor cara y cala el sentimiento de que la solución se aleja. En consecuencia y frente a la necesidad de seguir adelante, pese a las dificultades, la opinión pública eleva la importancia de que se mantenga o se reactive la actividad económica. Este último aspecto alienta el aumento de los grupos de población más reticentes incluso negacionistas."