Hoy en día el SARS-CoV-2 se ha erigido como el protagonista de los cuadros de infección respiratoria. Este virus causa la COVID-19, una enfermedad muy contagiosa que se transmite de persona a persona a través de las gotículas que salen despedidas de la nariz o la boca al toser, estornudar o hablar. El SARS-CoV-2 es un agente vírico nuevo, y la enfermedad COVID-19 expresa una dinámica cambiante que exige actualización continuada. Las medidas de prevención, aplicadas a pacientes y contactos, representan la principal barrera de contención hasta que la vacuna o vacunas sean administradas a un porcentaje suficiente de población y se consiga así la inmunidad colectiva.