En 2023 se diagnosticaron 35.312 nuevos casos de cáncer de mama, un 12 % del total de nuevos diagnósticos de cáncer en España. Se trata del cáncer más frecuente entre las mujeres, con un 29 % del total de los casos de cáncer detectados entre la población española femenina.
El mayor número de diagnósticos de este tipo de tumor se realiza en mujeres entre 45-65 años. Son datos del Observatorio de la Asociación Española Contra el Cáncer. Además, se estima que el riesgo de padecer la enfermedad a lo largo de la vida es del 12 %, por lo que la probabilidad de desarrollar cáncer de mama siendo mujer es de 1 de cada 8.
Por ello y con motivo del Día Internacional contra el Cáncer de Mama, que se celebra cada 19 de octubre, la Asociación Española Contra el Cáncer de Valencia y la mutua Umivale Activa presentan una campaña informativa y de prevención.
"El cáncer de mama es el tumor más frecuente entre mujeres, pero, afortunadamente, también es uno de los tumores con mayor supervivencia: tiene una supervivencia media a 5 años del 85,5 %. Esta cifra ha sido posible gracias a la investigación, la detección precoz y la prevención", explica Tomás Trenor, presidente de la mencionada asociación.
Para José Luis Cebrián, coordinador del Servicio de Actividades Preventivas de Riesgos Laborales de la mutua. "Si la labor en materia de prevención es importantísima en la lucha contra el cáncer, más aún en el cáncer de mama, dado que los síntomas en la fase inicial de la enfermedad suelen estar ausentes. Es vital realizarse revisiones periódicas para poder detectar cualquier lesión sospechosa".
En este sentido, las mamografías y ecografías son capaces de detectar hasta el 90 % de los tumores en mujeres asintomáticas a través de los programas de cribado.
¿Síntomas más frecuentes?
El cáncer de mama es un tumor maligno que se origina en el tejido de la glándula mamaria. Algunos de sus síntomas o signos más comunes son:
- Cambio de tamaño de alguna de las mamas.
- Irregularidades en el contorno mamario.
- Menor movilidad de una de las mamas al levantar los brazos.
- Alteración en la piel de la mama como: úlceras, cambios de color y aparición de lo que se denomina piel de naranja (por su aspecto similar a la piel de dicha fruta).
- Cambios en el pezón, como puede ser la retracción de este (hundimiento) o secreción amarillenta o sanguinolenta por el pezón.
- Aparición de un nódulo palpable en la mama o en la axila.
- Dolor óseo o cansancio extremo, que suelen aparecer en fases avanzadas de la enfermedad.
- Dolor en la mama a la palpación.
Factores de riesgo
Entre el 10-15 % de los casos tienen un origen hereditario, sin embargo, existen los factores de riesgo que incrementan las probabilidades de contraer la enfermedad. "Ser mujer, de entre 45 y 65 años, tener antecedentes familiares o haber padecido ya cáncer de mama son los principales factores no modificables", destaca Cebrián.
Los factores de riesgo modificables, por el contrario, son factores sobre los que sí podemos actuar y por tanto contribuir a la prevención del desarrollo del cáncer de mama. Estos son:
- Llevar un estilo de vida saludable. El tabaco, el alcohol y la obesidad son factores que incrementan el riesgo de padecer cáncer de mama. Por el contrario, la actividad y ejercicio físico protegen frente al cáncer.
- La vida reproductiva. Tanto el número de embarazos cómo la edad del primer embarazo influye en el riesgo de cáncer de mama.
- Por último, recordar que la exposición a las radiaciones ionizantes está relacionada con una mayor incidencia de cáncer de mama.