Si las políticas públicas para luchar contra el cáncer de pulmón recibieran las notas al acabar el curso, la mayor parte de las materias recibiría un suspenso: prevención, inversión e impacto social no llegarían al aprobado. Sólo pasarían, y con nota ajustada, supervivencia e investigación. Son las ‘notas' de fin de curso del Grupo Español de Cáncer de Pulmón (GECP), formado por 500 especialistas de todo el país.
"En 2020, más de 29.000 personas recibirán un diagnóstico de cáncer de pulmón, el tumor con mayor mortalidad e impacto social. Año tras año suspendemos en políticas para frenar su avance", explica el doctor Mariano Provencio, jefe de Oncología del Hospital Puerta de Hierro y presidente del GECP.
Suspenso en prevención
En este sentido, una de las peores ‘notas' de este año se la lleva la prevención del tumor. "Queremos una legislación más restrictiva contra el tabaco, causante del 80% de los casos. Si acabáramos con este tóxico, la incidencia de este tumor sería anecdótica", destaca Provencio. Para los especialistas del Grupo, las últimas cifras de consumo arrojan datos preocupantes, sobre todo en jóvenes. "Esto lastra los avances de futuro, porque estos consumos se verán reflejados en los próximos veinte años en cuanto a mortalidad e incidencia", detalla el presidente del GECP.
El sexto en financiación a la investigación
Otra de las peores puntuaciones la tiene la financiación pública a la investigación. Y es que, pese a ser el de mayor impacto y mortalidad ocupa la sexta posición en la recepción de fondos públicos para dar soporte a su investigación. "No pedimos más recursos, lo que pedimos es que se gestionen las ayudas en función de la incidencia y prevalencia de cada tumor. Que con los mismos recursos, podamos llegar a más población afectada", explica el presidente del GECP.
Además, el GECP pide el reconocimiento de los grupos de investigación clínica independiente, como el GECP, por parte del Instituto de Salud Carlos III. "Resulta paradójico que la producción científica de una red de investigación como el GECP no sea reconocida como tal por nuestra institución rectora nacional de la misma. La organización del ISCIII está anclada en parámetros del pasado en la incorporación de grupos y reconocimiento de los mismos", detalla Provencio.
En este sentido, para los oncólogos, la inversión y recursos estatales destinados para paliar su impacto social no son suficientes. "La nota obtenida en esta materia es muy deficiente. La relación entre el impacto social del cáncer de pulmón en número de muertes y años de vida perdidos y el presupuesto invertido para luchar contra él es insuficiente", explica el doctor Bartomeu Massuti, secretario del GECP y jefe de oncología del Hospital General de Alicante. A esto se unen "los problemas de equidad nacional en el acceso a fármacos y terapias innovadoras y las dificultades para el trabajo en red y cooperativo de los hospitales españoles", apunta el oncólogo.
Mejora de la supervivencia
Por último, una asignatura en la que se ha mejorado notablemente es en la supervivencia. "El de pulmón es el cáncer con mayor incremento global de supervivencia a nivel mundial y se sitúa ya en el 20% de los pacientes a cinco años de diagnóstico. Pese a todo, todavía está muy lejos de tumores como el de mama (con supervivencia del 89%), próstata (99%) o colon (65%)", asegura el doctor Bartomeu Massutí.
Con estos datos, para el GECP en la actualidad son necesarias medias urgentes de actuación para paliar su avance. "Reclamamos al próximo Gobierno la creación de un Plan Nacional, que permita políticas nacionales coordinadas y centralizadas para optimizar las estrategias de prevención, detección e investigación", concluye Provencio.