El Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI) y la Fundación CERMI Mujeres reivindican la necesidad de trabajar para conseguir que las personas con discapacidad LGTBI sean plenamente libres, visibles y empoderadas.
Así lo pone de relieve el manifiesto elaborado por CERMI y CERMI Mujeres con motivo del Orgullo LGTBI 2019, en el que reclaman una "sociedad que no señale, no aparte y no discrimine a nadie".
"La orientación, identidad y expresión sexuales están presentes en nuestras vidas, porque las personas con discapacidad también amamos, tenemos deseos y queremos participar de la vida afectiva y sexual en libertad, sin vetos basados en estereotipos discriminatorios.", afirma el manifiesto.
En este sentido, muestra su rechazo a que un diagnóstico colonice su existencia ocultando a la propia persona: con dignidad y derechos. Además, advierte de que "tenemos que ayudarnos a salir de esos armarios que la sociedad nos impuso y que nos apartan de la vida en común".
El movimiento CERMI reclama también inculcar la convivencia en diversidad desde la educación, a fin de reforzar los afectos de una convivencia saludable y promover el respeto y aprendizaje mutuo.
Por otra parte, el manifiesto urge a terminar con prácticas como las esterilizaciones forzosas, que se aplican fundamentalmente a mujeres y niñas con discapacidad, fruto del "machismo" y el "estigma" que sigue imperando en la sociedad. Asimismo, exige una sanidad inclusiva, que asegure el consentimiento libre e informado para acceder a los servicios de reasignación de sexo, para lo que es necesario garantizar la accesibilidad universal en el sistema sanitario.
Unidad entre movimientos sociales
El CERMI tiene suscrita una alianza con la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Trans y Bisexuales (FELGTB) para hacer visible la realidad de las personas con discapacidad LGTBI, una comunidad discreta y aislada sin apenas ventanas de expresión, para conjuntamente proteger y promover sus derechos, "porque desafortunadamente nos unen la discriminación, la exclusión y los delitos de odio".
El CERMI y CERMI Mujeres señalan que la igualdad no se entiende sin la acción comprometida de los movimientos sociales, porque su cometido consiste en "cambiar desde la raíz, a veces en sus efectos más obscenos, un estado de cosas enquistado ante el que, por justicia, decencia y dignidad, nadie puede resignarse a condescender".
"Nos unimos para sostener la bandera de los derechos humanos y para cristalizar una igualdad que debe ser transformadora del cambio sociocultural, esa igualdad que cuestiona la visión hegemónica en la que persiste el tratamiento diferenciado por motivos de discapacidad, de orientación o identidad sexuales, género, raza, etc., y que contribuirá a erradicar las formas sistémicas y más ocultas de discriminación. Solo de esta manera dejaremos de ser seres periféricos y seremos solamente personas, libres para amar, libres para ser y en plenitud para contribuir", asevera el manifiesto.