En España ha aumentado significativamente el número de personas afectadas por la gripe durante las últimas semanas, llegando hasta niveles de epidemia en muchas comunidades. El virus de la gripe se puede transmitir al tocarse la nariz o la boca tras tocar superficies en las que se hayan depositado microgotas o secreciones respiratorias procedentes de una persona infectada.
Diversos estudios han comprobado las propiedades antimicrobianas del cobre. El cobre es uno de los materiales más efectivos para la inactivación del virus de la gripe H1N1. Por tanto, el uso del cobre o aleaciones de cobre como el latón o el bronce en superficies de contacto, gracias a sus propiedades antimicrobianas, ayuda a luchar contra el virus.
Dichas propiedades han quedado demostradas tanto en diversos estudios de laboratorio como en ensayos realizados en hospitales de todo el mundo. Es recomendable que las superficies de contacto que se encuentren en zonas públicas sean de cobre o de aleaciones de cobre como el latón o el bronce, como medida adicional para prevenir la propagación de enfermedades, entre ellas, la gripe.
El cobre, a diferencia de otros materiales antimicrobianos, ofrece una protección continua y duradera, desempeñando así un papel crucial a la hora de crear una barrera de control a la propagación de patógenos, al tiempo que se convierte en un complemento perfecto para las prácticas habituales de control de infecciones, que continúan requiriendo controles de higiene y el desarrollo de vacunas antivirales.