El cobre: un ingrediente saludable para los menús de esta Navidad

La Organización Mundial de la Salud recomienda que una dieta equilibrada debe incluir al menos 1 miligramo de cobre al día
El marisco, el chocolate, los frutos secos o el vino son alimentos ricos en cobre que formarán parte de los menús consumidos estas fechas
El cobre contribuye al cuidado del corazón y el cerebro y al correcto funcionamiento del sistema inmunitario, ayudándonos a afrontar el cansancio y el stress

Elaborar un menú que sea del gusto de todos los comensales que se sientan a nuestra mesa en Navidad y que además sea saludable y equilibrado es posible si lo confeccionamos con alimentos ricos en cobre. Este mineral, que contribuye al cuidado del corazón, el cerebro y el sistema inmunitario, está presente en buena parte de los ingredientes más utilizados estos días en nuestras cocinas: mariscos, chocolate, frutos secos o vino tinto.

 

Desde los entrantes hasta el postre

El marisco es una de las principales fuentes de cobre, especialmente las ostras, la langosta, el pulpo o los cangrejos. Otros alimentos ricos en cobre cuyo consumo también es habitual en estas fechas navideñas son los frutos secos, el chocolate negro, las frutas desecadas (ciruelas, pasas, higos...) y cómo no, el vino tinto para brindar por los buenos deseos y propósitos de Año Nuevo. Todos ellos contienen minerales como el cobre y, consumidos con moderación, aportan muchos de los nutrientes que son esenciales para nuestra salud.

Como mínimo 1 miligramo al día

La Organización Mundial de la Salud señala que una dieta equilibrada debe incluir al menos 1 miligramo de cobre al día para evitar cualquier problema de salud asociado a una deficiencia de cobre. De igual manera, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), recomienda una ingesta diaria de 1,3 miligramos de cobre para los adultos y de 1,5 miligramos para las mujeres embarazadas o en lactancia.

Una ingesta adecuada de cobre nos ayuda a prevenir problemas de salud relativamente comunes, como la anemia (ya que facilita la asimilación y el transporte del hierro), la oxidación celular, la hipertensión o la frecuencia de catarros y gripes. La salud de nuestros huesos y dientes encuentra también un aliado fundamental en el cobre.

Además, el cobre es especialmente importante para las mujeres embarazadas, el desarrollo embrionario y el crecimiento infantil. De hecho, contribuye a la formación del cerebro y del sistema nervioso, así como al correcto funcionamiento del sistema inmunológico durante toda nuestra vida. El corazón es otro de nuestros órganos vitales que también se beneficia del cobre, ya que mejora la elasticidad de las arterias, permitiendo mantener un nivel adecuado de presión sanguínea.

Todos estos beneficios del cobre ayudan a nuestro cuerpo – y a nuestra mente – a resistir mejor el cansancio y el estrés, que pueden aparecer incluso durante estos días de celebraciones.

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