La iniciativa ‘Ser Oído', impulsada por la Federación AICE (Federación de Asociaciones de Implantados Cocleares de España), apuesta por un futuro mejor para las personas mayores con pérdida auditiva profunda. La plataforma, presentada esta mañana en el Congreso de los Diputados, busca sensibilizar sobre la necesidad de construir un futuro más inclusivo, accesible y sostenible para quienes padecen de hipoacusia, así como mejorar el acceso al implante coclear para la población mayor.
El acto ha incluido una intervención de la responsable de audición de la OMS, la Dra. Shelly Chadha, y una mesa redonda moderada por Ana Blanco, en la que han participado el Dr. Serafín Sánchez, vicepresidente de SEORL (Sociedad Española de Otorrinolaringología), el Dr. Carlos Cenjor, otorrinolaringólogo y presidente del comité científico de GAES, e Inmaculada Soto, presidenta de la Federación AICE. Entre los más de 150 asistentes, el evento ha congregado a cerca de 100 usuarios de implante coclear venidos de distintos puntos de España.
Los datos a nivel nacional son reveladores de la prevalencia de afecciones relativas a la salud auditiva en España. Según el INE, hay más de 1.230.000 personas en el país con algún tipo y grado hipoacusia. De ese total, más de 200.000 la padecen en grado profundo, haciendo que les sea prácticamente imposible mantener una conversación hablada. Se trata de una problemática que perjudica especialmente a las personas mayores de 65 años, ya que además de predisponerlas a una pobre comunicación, les provoca una menor actividad cognitiva y una mayor probabilidad de padecer demencia. De acuerdo con un estudio de la Universidad de la Columbia Británica, por cada 10 decibelios de pérdida auditiva, el riesgo de aislamiento social aumenta en un 52 %.
Los implantes cocleares son actualmente el único tratamiento para el abordaje terapéutico de la pérdida profunda, aunque se estima que solo el 5,7 % de los candidatos adultos tiene acceso a este. Según los datos del estudio ACHIEVE (Aging and Cognitive Health Evaluation in Elders), realizado a 977 adultos en un periodo de 3 años, el tratamiento auditivo redujo en un 48% el empeoramiento de las habilidades de pensamiento y memoria de personas mayores con un riesgo mayor de deterioro cognitivo.
Estos dispositivos están cubiertos por el Sistema Nacional de Salud (SNS), pero factores como el estigma, la necesidad de formación especializada para profesionales sanitarios, las deficiencias en el proceso de derivación de pacientes y las limitaciones presupuestarias de las Comunidades Autonómas dificultan su implementación.
Los retos de ‘Ser Oído'
La iniciativa de la Federación AICE busca contrarrestar estos factores que dificultan el acceso al implante coclear para las personas mayores. Así, tiene entre sus objetivos sensibilizar tanto a los profesionales sanitarios como al conjunto de la sociedad para combatir el estigma relacionado con la pérdida de audición y la negación de esta. En la misma línea, pretende impulsar la detección y el tratamiento precoz con una financiación sostenible que garantice un acceso más equitativo para el conjunto de los pacientes.
Son ya 79 las entidades, entre las que se encuentran las principales asociaciones de pacientes, profesionales y sociedades médicas y científicas, que se han adherido al manifiesto de ‘Ser Oído'. La plataforma cuenta también con un amplio respaldo popular de más de 2.500 firmantes.
Según la Dra. Chadha, "la pérdida auditiva no tratada impacta económicamente en la sociedad, ya que es un enlace directo al aislamiento y acelera la demencia. El envejecimiento saludable no solo añade años a nuestra vida, sino también añade vida a nuestros años. La salud auditiva es esencial y debe tratarse a través de un cambio de mentalidad social y de estrategias de salud pública como la creación de un cribado auditivo universal a partir de los 55 años y acceso a tecnología y servicios de rehabilitación".
Inma Soto, presidenta de la Federación AICE, destaca la importancia de una iniciativa como esta. "Facilitar el acceso al implante coclear, particularmente para las personas mayores con pérdida profunda, es una necesidad que urge desde hace tiempo. Como sociedad, hemos llegado a normalizar que nuestros familiares de la tercera edad y cuarta edad estén ausentes en las conversaciones cuando podrían participar activamente si hubieran recibido el tratamiento adecuado. Es una situación que queremos cambiar, y el acto acontecido hoy en el Congreso supone una declaración de intenciones en esa dirección por parte de todas las partes implicadas", argumenta.
Por su parte, el Dr. Carlos Cenjor, otorrinolaringólogo y presidente del comité científico de GAES, pone el foco sobre el papel de los profesionales. "Es importante concienciar tanto a nuestros compañeros como a la sociedad del importante deterioro que implica la pérdida de audición en la tercera y cuarta edad y la afectación derivada tanto en términos de salud como de calidad de vida. Es preciso poner de relieve que las actuales tecnologías nos permiten resolver el problema muy satisfactoriamente, tanto en el campo de las ayudas auditivas como el de los implantes cocleares".
Para Serafín Sánchez, vicepresidente de la SEORL-CCC, "Es necesario contar con una base de datos de usuarios a nivel nacional, que nos permita también identificar las necesidades no cubiertas de las personas con pérdida auditiva profunda. Con esta información podremos afrontar las mejoras que necesita el Sistema Nacional de Salud, por ejemplo, optimizar la derivación de los pacientes, para asegurarnos que ninguna persona que pueda beneficiarse de un implante coclear y quiera recibirlo queda fuera".