El VIH afecta a 36,7 millones de personas en todo el mundo y una de cada dos es diagnosticada de forma tardía, según la OMS. Con motivo del Día Mundial de la Lucha contra el Sida, el Consejo General de Dentistas recuerda que los primeros signos de infección por VIH a menudo aparecen en la boca, como pequeñas lesiones ulcerosas, por lo que el dentista suele ser el primero en detectar la enfermedad.
Debido al debilitamiento del sistema inmunológico, más de la mitad de las personas VIH positivas desarrollan síntomas en la cavidad bucal durante la enfermedad, incluyendo infecciones por hongos, bacterias y virus, además del trastorno de boca seca, periodontitis severa y verrugas que pueden derivar en cáncer oral. Todo esto puede causar dolor y malestar, dando lugar a dificultades en la masticación, deglución y degustación de alimentos, causando un empeoramiento de la calidad de vida.
Estas patologías derivadas de la infección por VIH pueden evitarse acudiendo a la consulta del dentista de forma periódica, quien realizará los controles y las limpiezas bucales necesarias, además de dar las pautas de higiene bucodental que deben seguir estos pacientes: cepillarse los dientes después de cada comida, usar hijo dental y colutorios adecuados.
"Gracias a los nuevos tratamientos, los pacientes con VIH han mejorado tanto su calidad como su esperanza de vida. Por nuestra parte, los dentistas podemos mejorar y prevenir las lesiones orales asociadas a esta enfermedad mediante un examen bucal simple y rápido. Asimismo, este puede ser el primer paso para la detección y el tratamiento de esta enfermedad que, en la actualidad, puede llegar a ser crónica", declara el Dr. Óscar Castro, presidente del Consejo General de Dentistas.